Tras los ataques a dos iglesias de Algeciras en los que fue asesinado el sacristán Diego Medina y herido el párroco Antonio Rodríguez, Juan Cisneros, fiscal jefe de Algeciras, ha declarado a Europa Press que “la posible perturbación mental” del presunto autor de estos actos no elimina la calificación de acto terrorista. “Una cosa es el principio de culpabilidad y otra el hecho en sí cometido”, ha diferenciado el fiscal.
En este sentido, Cisneros ha aclarado en el citado medio que cuando se produce un ataque “a unas víctimas tan significada por su religión” y el motivo del ataque es religioso, entonces es un acto terrorista, porque es una de las motivaciones que recoge el Código Penal como acto terrorista”.
La investigación aún permanece abierta y no se ha determinado si se trata o no de un atentado terrorista. El ministro de Interior Grande-Marlaska ha pedido en una rueda de prensa ofrecida ayer en Algeciras “esperar” al desarrollo de la investigación antes de convocar al Pacto Antiterrorista.
Lo que sí se sabe seguro hasta estos momentos es que el caso lo están llevando desde la Audiencia Nacional y el juez encargado del caso, Joaquín Gadea, emitió un auto ayer en el que vincula estos hechos con el “salafismo yihadista“.