IAM/Redacción Los hechos tuvieron lugar el pasado domingo en la autovía A7 a la altura de Palmones hasta la localidad de Torreguadiaro (ambas enAlgeciras) cuando, el detenido, comenzó a embestir a un turismo,ocupado por un padre y su hija de 3 años, tras recriminarles el uso delcarril izquierdo, intentando en repetidas ocasiones echarlo fuera de lavía.
Durante el trayecto de unos 20km le embistió hasta en 16 ocasiones.Tras alertar a la Guardia Civil de los hechos, una patrulla pudo localizaral coche en cuestión, un BMW azul, iniciando una persecución que pusoen riesgo al resto de conductores y peatones de las vías por dondetranscurrió esta persecución, especialmente concurridas al tratarse deuna mañana de domingo en zona costera, así como de las patrullasque intentaban detenerlo a las que embistió, provocando con elloheridas de distinta consideración a cuatro agentes.Finalmente, un guardia civil se vio obligado a disparar a las ruedas delvehículo, lo que facilitó que, al reventarse ésta, perdiese el control delmismo e impactase contra una rotonda donde pudo ser detenido no sinoponer una fuerte resistencia. En la identificación se comprobó quetenía numerosos antecedentes policiales y que el vehículo había sidorobado en Alicante el pasado jueves.Sin embargo, este desprecio absoluto hacia la seguridad e integridadfísica de quienes circulaban tranquilamente con sus vehículos opaseaban por las calles, parece no tener ninguna relevancia ni para lafiscalía, que, con llamativo desconocimiento de la peligrosidad de loshechos no solicitó prisión provisional para el detenido, ni para el juez quedeterminó su puesta en libertad con cargos.Con ello, incomprensiblemente, se ridiculiza el riesgo sufrido porciudadanos y agentes, además de venir a complicar aún más la laborpolicial en un entorno, el campo de Gibraltar, donde la delincuenciaestá incrementando de forma alarmante sus niveles de hostilidad hacialas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Ya no son noticia lasagresiones a Guardias Civiles o Policías Nacionales que intentan detenera narcotraficantes. La escalada de tensión provocó recientemente lamuerte de un Policía Local en La Línea y, de no poner remedio, no seráun caso aislado.