La Asociación de Mujeres Progresistas Victoria Kent califica de barbaridad la noticia de que el Gobierno de Castilla La Mancha ha cancelado los convenios con las casas de acogida y los centros de atención a la mujer. “Es una barbaridad que una de las primeras medidas que tome un Gobierno sea el recorte de las políticas sociales y, en este caso, de las que están destinadas a proteger a las mujeres víctimas de la violencia de género”, afirma la asociación.
La asociación explica que se trata de mujeres que se encuentran en una situación de riesgo, porque no pueden permanecer en sus casas, debido a la violencia que ejercen sobre ellas sus parejas o exparejas.
“Constituye un escándalo que ahora se pretenda dejar desasistidas a estas mujeres, que son precisamente las que necesitan más protección de la Administración pública. No se puede entender que se tome una medida en contra de la seguridad de cientos de mujeres”, argumenta la asociación.
Victoria Kent dice que resulta del todo paradójico que Javier Arenas exija cada dos por tres que se ponga una escolta individual a las víctimas de la violencia de género y ahora la secretaria general de su partido acuerde en Castilla la Mancha dejar a estas mujeres sin casas de acogida y, por tanto, sin ninguna protección ante sus agresores.
Las casas de acogida dan una atención integral a mujeres y menores (social, psicológica, jurídica). Se proporciona un Plan Individual de Actuación, adaptado a las características de cada familia y consensuado con ella.
En Andalucía hay 9 centros de emergencia, 52 casas de acogida y 17 pisos de tutela, con un total de 471 plazas. En estos centros se han atendido desde 1998 hasta la actualidad a más de 37.000 personas, entre mujeres y menores a su cargo.
Por su parte, los centros de atención a la mujer atienden cada año a centenares de mujeres que sufren acoso sexual, violencia de género, despidos improcedentes por maternidad y otras muchas situaciones fruto de las desigualdades de género que aún perviven en nuestra sociedad.
Los avances logrados en materia de igualdad, de los que muchas mujeres no son conscientes y creen todo alcanzado (ser presidente de una comunidad autónoma, votar y ser votada, tener una formación universitaria o tener una cuenta bancaria y acceder a ella), se han conseguido precisamente gracias, entre otros, a las políticas impulsadas por esas redes de atención a la mujer.
“Hacer desaparecer esas redes no es sólo una merma a la atención y a los recursos sociales, sino también un signo de la estrategia que se va a seguir, y no que no parece encaminada a continuar la lucha contra las desigualdades y la senda de los logros por la equidad real entre hombres y mujeres”, finaliza el colectivo.