Sánchez ha hecho estas afirmaciones en el transcurso de su intervención en el Congreso de los Diputados para dar cuenta de los acuerdos alcanzados en la UE sobre la salida del Reino Unido y sobre la situación en Cataluña, entre las que ha hecho un paralelismo.
Tras detallar los problemas de la primera ministra británica, Theresa May, para lograr que el Parlamento británico apoye el acuerdo alcanzado con la UE, Sánchez ha subrayado que la decisión que finalmente adopten los británicos “no va a cambiar la posición de España ni de la UE”.
Así, el acuerdo alcanzado sobre Gibraltar “no decae” ni siquiera en el caso de que el Reino Unido no apruebe el acuerdo de retirada, ha subrayado Sánchez.
El presidente ha asegurado que, “sea cual sea el escenario final” en el Reino Unido, el Gobierno ha adoptado las medidas oportunas para que “el impacto sobre España sea el menor posible”, tanto si hay una salida acordada o no, como si los británicos optan por un nuevo referéndum.
“El Gobierno ha trabajado en todos los escenarios posibles para proteger nuestros intereses” elaborando planes de contingencia ante la posibilidad de una salida “ordenada o desordenada”, ha dicho Sánchez, quien ha animado a las empresas a elaborar también sus propios planes para afrontar de manera organizada cualquier escenario posible.
En cuanto a la reclamación de la soberanía, que los negociadores dejaron “aparcada” en aras de alcanzar acuerdos sobre los asuntos “más irritantes”, Sánchez ha asegurado que “la reivindicación es plenamente compatible con la búsqueda de todo tipo de acuerdos económicos, sociales, financieros, fiscales o militares para evitar que la población sufra las consecuencias”.
Así, ha lanzado un mensaje “de confianza y certidumbre” a los ciudadanos tanto del Campo de Gibraltar como a los españoles que viven en el Reino Unido, que son y han sido “la prioridad absoluta” del Gobierno en todo el proceso negociador.
Por todo ello, Sánchez ha pedido a la oposición que “reconozca el acierto de España, aunque sea por una vez” en los acuerdos alcanzados con el Reino Unido siobre Gibraltar, una negociación en la que la prioridad ha sido dar “seguridad y certidumbre” a la población de la zona y en la que España ha conseguido “con creces” sus propósitos.
A lo largo de toda su intervención, Sánchez ha entreverado y comparado las complicadas situaciones creadas por los populistas y nacionalistas en el Reino Unido y Cataluña con estrategias similares basadas en “falsedades”, “campañas de mentiras” y denuncias de “expolios imaginarios”.
Dos situaciones, ha dicho, en las que se ha seguido “el mismo patrón de engaños y exaltaciones que han conseguido dividir a la sociedad” tanto en el Reino Unido como en Cataluña.
“No hay nada mejor que convocar un referéndum para terminar de fragmentar a una sociedad en dos”, ha dicho.
Para Sánchez, en política, lo más perverso es sostener ideas simples con claves universales y ha señalado que esa es la principal lección que se debe extraer de la intención del Reino Unido de abandonar la Unión Europea.
Pero también, ha añadido, que todos y cada uno de los procesos que se construyen sobre mentiras solo sirven para dividir y enfrentar a la sociedad.
Entre ellos, el catalán que, según ha dicho, se basa en la “exaltación de un puñado de tópicos revestidos de nostalgia de un pasado que ya no puede volver”.