Lo hacemos de forma expresa y desde el convencimiento de que nuestro pueblo no puede ser ajeno a lo que sucede a nuestro alrededor, en Madrid o en cualquier parte del mundo afirmaba la portavoz local de la federación de izquierdas, Ana Ortíz.
De igual manera, desde IU sostienen que las ideas ultraderechistas, instaladas ahora en Vox, “apoyadas tácitamente y, en algunos casos, de forma manifiesta por el Partido Popular, generan en la sociedad un clima constante de tensión, hostilidad y violencia, normalmente contra los sectores más débiles y desprotegidos, y añorando un pasado franquista criminal, de privilegios para unos pocos y de miseria para la mayoría, que tanto daño hizo a la sociedad española en su conjunto. Ante esto, como fuerza política democrática, no podemos quedarnos en silencio o en la equidistancia.
El insulto, la descalificación personal, la inquina o las amenazas de muerte, no pueden normalizarse en una sociedad que quiere vivir en paz. Porque queremos vivir en paz, en convivencia, en libertad dentro de un marco y unas reglas comunes y aplicables por igual a todos y a todas, que posibiliten el respeto y reconozcan también los derechos de los que piensan, sienten y aman de forma diferente o que proceden de otras partes del mundo”, señala.
Para Ana Ortiz, “ese camino por el que la mayoría desea transitar hacia un futuro más próspero no es otro que la senda democrática, y las ideas de extrema derecha amenazan los consensos y principios más básicos sobre los que se sustenta. Todo esto es más que suficiente para comprobar que estas ideas se sitúan por sí solas fuera del marco democrático y constitucional del Estado español, y que por lo tanto merecen ser rechazadas, pero es que, además los hechos demuestran que, en la práctica vienen a servir a las élites, a consolidar sus privilegios y a hacer negocio con los servicios públicos de la mayoría de la población, ahondando en la desigualdad social y la pobreza de nuestra sociedad, enmascarando su verdadero objetivo en discurso de criminalización de lo diferente y ajeno.
IU Algeciras sostiene igualmente su defensa de un modelo de ciudad para Algeciras donde quepa todo el mundo y donde no sobre nadie. Pero precisamente las ideas de la ultraderecha van en sentido contrario y no debemos permitir que se instalen en nuestros colegios, en nuestros barrios, en nuestras calles y plazas, en nuestros trabajos, en nuestros lugares de ocio y en nuestras casas. Por ello, hacemos este posicionamiento público e invitamos a todas las personas a título particular, colectivos y formaciones políticas de Algeciras que también lo hagan, de forma pública o privada, por la salud democrática de nuestro pueblo.