Esto demuestra la nula confianza que desprende Landaluce, con el TSJA exigiendo informes. También el Ministerio de Hacienda demuestra cansancio con Landaluce y sus presupuestos. No es de extrañar, pues el caso Escalinata está tenido un procedimiento rocambolesco con el PP en la Alcaldía, que no para de alargarse en el tiempo y que no está haciendo más que aumentar la deuda del Ayuntamiento, señala el viceportavoz municipal socialista, Fernando Silva.
Los socialistas han planteado diferentes propuestas para encauzar respuestas a esta problemática que se arrastra desde 2016, pero una vez más, obtienen la callada por respuesta y el tiempo no hace más que ir pasando. El caso La Escalinata es el fruto de la política urbanística que impulsó el señor Landaluce junto con el Partido Andalucista en la década de los 2000 que, además del daño patrimonial, está causando un gran daño económico a la ciudad que todavía no tiene su cuenta total, recuerda Fernando Silva.
Según el PSOE, el TSJA ha emitido una providencia exigiendo al Ayuntamiento que informe pormenorizada y mensualmente de los pasos que se siguen para el derribo del parking. El primer documento para la contratación de la redacción del proyecto de demolición se remonta a julio de 2018. Este fue el comienzo del procedimiento, que tardó en hacerse efectivo al alegar el Ayuntamiento falta de técnicos que tuvo que solicitar a otras administraciones.
Aunque el contrato se adjudicó en noviembre de 2019 a UTE Vising Innova 2016 SL y VS Servicios y Urbanismo SL, esta tenía tres meses para la redacción y no cumplió el plazo. A esto se sumó el estado de alarma, pero ya en septiembre de 2020 el TSJA volvía a advertir al Ayuntamiento que debía llevar a cabo el derribo. No nos extraña que con este historial el Tribunal Superior desconfíe de Landaluce y exija informes, indica el viceportavoz municipal socialista. En febrero de este mismo año, se ha vuelto a sacar a concurso la redacción del proyecto, cuatro años después de la sentencia de derribo. Ahora se encuentra en evaluación la oferta por parte de los técnicos.
A Landaluce le pedimos que pida perdón y que se ponga las pilas en este caso, que le reclaman celeridad sobre todo los vecinos de los edificios Escalinata y Atlántida afectados por el parking. Y nosotros también la exigimos su responsabilidad política, que fue él con su voto el que apoyó la construcción del parking subterráneo en los 2000, concluye Fernando Silva.