Así lo ha explicado González Laya en el Congreso en su comparecencia ante la comisión mixta para Asuntos de la UE, en la que ha explicado tanto el Acuerdo de Relación Futura entre el Reino Unido y la UE, como el principio de acuerdo en relación con Gibraltar que supone pasar “de la palabrería a los hechos”, da respuesta a las demandas del Campo de Gibraltar y “avanzar por primera vez en el terreno práctico los intereses nacionales, recuperando control en esta zona”.
Se trata, ha explicado de conseguir que el futuro Gibraltar no sea una cuestión que enfrente al Reino Unido y España sino “un vínculo positivo que nos obligue a cambiar dinámicas” para conseguir una relación sólida y beneficiosa para ambas partes.
Para ello ha sido preciso “aparcar las cuestiones de soberanía durante el tiempo necesario hasta que las circunstancias nos permitan abordarlas en beneficio de todos”, ha señalado.
En su opinión, “la paradoja sería que tras el Brexit, la UE contribuiría a encauzar una cuestión irresuelta durante tres siglos. En vez del histórico ‘más vale honra sin barcos que barcos sin honra’, la UE nos está ayudando a salvar los barcos al tiempo que cambiamos los conceptos de ‘honor y humillación’ por otros como la corresponsabilidad y le gestión conjunta de la interdependencia”.
La ministra ha subrayado que el buen funcionamiento de este acuerdo permitirá a españoles y gibraltareños “descubrir muchos elementos que nos unen y explorar nuevos cauces para abordar los muchos intereses comunes que compartimos, desde el respeto a cómo cada uno se ve a sí mismo”.
Y tras apuntar que “solo el desarrollo armónico y la prosperidad de ambas orillas garantizan el futuro de cada una” ha sugerido que “así como la prosperidad de la orilla europea necesita de esta imbricación entre Gibraltar y el Campo sobre bases saludables, la prosperidad de la orilla africana será una quimera si no se promueve una visión similar entre Ceuta y Melilla y las regiones vecinas marroquíes”.
En su exposición, la ministra ha detallado principios en materia de movilidad, seguridad de las fronteras, control de aduanas, transporte aéreo, terrestre y marítimo, competencia justa, medio ambiente, coordinación de Seguridad Social y derechos de los ciudadanos.
González Laya ha calculado que la negociación para lograr el nuevo Acuerdo entre la UE y Reino Unido relativo a Gibraltar tardará aproximadamente seis meses durante los que las relaciones se regirán mediante las medidas de adaptación acordadas por el Consejo de Ministros y por los “elementos de flexibilidad” previstos por la UE para “evitar una situación traumática en la zona”.