La declaración está dirigida a los gobiernos de España y Reino Unido, a los que insta a que “lleguen a un acuerdo que permita la movilidad no solo de los trabajadores sino también de empresas y personas” con “la fluidez requerida” para mantener “una situación de normalidad”.
Esa fluidez que reclaman los representantes linenses en el primero de los cuatro puntos cuyo cumplimiento solicitan, es “condición sine qua non” para sentar las bases de esa “zona de prosperidad compartida”.
La declaración defiende que “los derechos de las personas deben estar por encima de otras consideraciones” y reclama “fluidez” también en “los lazos humanos, sociales, familiares, deportivos, culturales y de cualquier otra índole entre ambas comunidades”.
Por último, la Corporación linense expresa su “seria y honda preocupación” y anima a una negociación que fructifique en un marco “‘win-to-win’ donde todos ganemos”.
Según explicó la semana pasada la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, España busca un acuerdo con el Reino Unido para evitar que Gibraltar sea considerada una frontera exterior de la Unión Europea ante el “brexit”, lo que conllevaría un control fronterizo de pasaportes, que afectaría sobre todo a los casi 9.000 españoles que trabajan en el Peñón.
El alcalde linense, el independiente Juan Franco (La Línea 100×100), ha subrayado que lo que están “rogando” es un acuerdo que permita un “tránsito fluido” en la Verja, sin entrar en “cuestiones de soberanía, ni de banderas, ni de si tiene que estar presente la Policía Nacional o el Frontex”.
“Consideramos que con esta fluidez empezarían a sentarse las bases para el desarrollo de nuestra economía, contando con el mantenimiento de la economía de Gibraltar”, ha añadido.
El regidor de La Línea ha explicado que el municipio trabaja “para tener una economía complementaria a la de Gibraltar” pero ha admitido que “su presencia en estos momentos es imprescindible y no podemos pensar que existan trabas a la hora de cruzar la frontera”.
Por ello espera que en los próximos días “se llegue a un acuerdo sensato, con fórmulas imaginativas que permitan que las reticencias que hay por una parte y otra se acaben diluyendo”.