Así, el sindicato detalla que el penúltimo conflicto se ha originado a principios de noviembre, cuando en su turno laboral, un trabajador presentó síntomas compatibles con el Covid-19. Tras la realización de la prueba el diagnóstico fue positivo, por lo que todos los contactos estrechos fueron puestos en cuarentena, por un periodo de diez dias, en concreto más de una decena de trabajadores.
Incluso uno de los trabajadores en cuarentena desarrolló la enfermedad posteriormente. Sin embargo, no se pudo informar a su entorno laboral por haber transcurrido una semana para que se le hiciera el test diagnóstico, con lo cual estuvieron desempeñando su actividad laboral aún siendo contactos estrechos, asumiendo así un riesgo innecesario muchos componentes de la plantillla.
Según Acaip, la empresa ASPY, se limitó a hacer (y no a todos los afectados) una llamada telefónica de una duración de no más de tres minutos por la que cobra 40 euros (más IVA) según contrato de servicios, sin más control ni seguimiento durante toda la cuarentena. Tampoco realizó ningún test diagnóstico en contactos estrechos, pero ésto último porque el jefe coordinador de los Servicios de Prevención denegó la petición presentada por Aspy para los trabajadores de la prisión de Algeciras, aclarando que aunque esté contemplado en el contrato la prueba de antígenos sólo se realiza para casos extraordinarios.
Desde la sección Sindical Acaip-Ugt, afirman haber presentado innumerables escritos dirigidos al subdelegado del Gobierno en la provincia de Cádiz, al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Algeciras puesto que también va en detrimento de la salud de los internos, al delegado povincial de Muface, a la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, informando a todos ellos de la situación y pidiendo su intervención, cuya única finalidad es la de garantizar de una vez por todas la salud del colectivo penitenciario, puesto que el Ministerio del Interior “aún no ha hecho nada,
sigue mirando para otro lado, esperando a que pase la tormenta, no importándole ni mucho ni poco la suerte de sus trabajadores”.