Según la sentencia, recogida por Europa Press, los condenados fueron sorprendidos tras llevar a cabo un alijo de madrugada. Así, la Guardia Civil, siguiendo un rastro de agua, llegó hasta una vivienda donde en su interior había unas 20 personas. Al requerir que abrieran y los supuestos alijadores verse rodeados, optaron por salir irrumpiendo contra los agentes, causando lesiones a algunos de ellos por golpes, patadas y empujones.
No obstante, lograron detener a dos de ellos, además de a un tercero que se encontraba en el interior de la vivienda y que era el propietario de la misma, donde encontraron los fardos de hachís que arrojaron un peso de 431 kilos de hachís.
Posteriormente, apoyados por la Policía Nacional, detuvieron a otro de los acusados cuando caminaba por la calle aún vestido de negro, con capucha, guantes y el chándal mojado hasta las rodillas y lleno de arena. Al ser requerido por los agentes emprendió la huida, siendo detenido tras una persecución a pie y poniendo resistencia con golpes a los policías.
El quinto de los detenidos fue localizado en una furgoneta robada cuando emprendía la huída. Tras un persecución, terminó chocando contra una señal de tráfico, siendo posteriormente detenido.
La Audiencia Provincial condenó en sentencia del 11 de febrero de 2020, ratificada ahora por el TSJA, a dos años de prisión y multa de 750.000 euros al propietario de la vivienda y a cinco años de prisión, por delitos contra la salud pública y lesiones, además de multa de 1,75 millones de euros a los dos detenidos cuando salieron de la casa y al que trató de huir en la furgoneta.
Por su parte, el detenido sorprendido andando y con la ropa mojada y llena de arena fue condenado a siete años y cuatro meses de prisión por delitos contra la salud pública y lesiones, así como a una multa de tres millones de euros. Tras recurrir la sentencia, el TSJA ha desestimado dicho recurso y ratificado la sentencia de la Audiencia.
