La foto de la semana es una imagen poco menos que impensable hace unos meses, pero foto que pone en valor lo de “lo cortés no quita lo valiente”, y hasta me atrevo a incluir lo de que “no es lo mismo pregonar que dar trigo”, traduciendo lo de pregonar por denunciar y el dar trigo por gobernar. Todo esto se puede resumir en lo de que la política hace extraños compañeros de viaje. El ministro principal de Gibraltar, Peter Caruana, se reunía el viernes por primera vez con el nuevo alcalde de Algeciras José Ignacio Landaluce (PP), tras lo que ha mostrado su convencimiento de la utilidad del Foro de Diálogo Tripartito entre los gobiernos de España, Reino Unido y Gibraltar. En su opinión, “es mejor tener una arquitectura de diálogo aunque se discrepe”. La reunión se ha producido previa a la firma del convenio de los Juegos Deportivos del Estrecho y Caruana ha agradecido “la invitación de Landaluce”, con el que ha mantenido varias confrontaciones en los últimos años en su papel de diputado nacional del PP. En este sentido, Caruana ha incidido en la necesidad que tienen los políticos de “utilizar el diálogo para resolver los problemas de los ciudadanos”. Aunque “hay temas que nos separan”, ha abogado por la buena vecindad, ya que “los ciudadanos quieren que resolvamos sus problemas”. El mensaje de Caruana fue: “Mi presencia aquí sirve para traer a los ciudadanos algecireños la amistad y el saludo cordial de los gibraltareños. Compartimos una bahía importante, y aunque podemos tener puntos de vista diferentes, tendemos la mano de la amistad y la cooperación en beneficio de los ciudadanos de los dos lados de la verja. Veo esa misma voluntad en el alcalde de Algeciras, por lo que vamos a trabajar en ello”, ha dicho Caruana. Por su parte el alcade de Algeciras, José Ignacio Llandaluce, saliendo al paso de algunas críticas al menos inoportunas y sin sentido, ha negado que el encuentro con Caruana haya sido “una farsa o una foto”, al considerar que “los ciudadanos no están para eso”. En este sentido, ha garantizado que durante la reunión mantenida han “hablado de temas muy serios”. Y nos consta que ni uno ni otro de los dos más importantes gobernantes del Campo de Gibraltar y de la Roca van a arriar sus respectivas banderas o posiciones aunque hayan dejado constancia de su “pelillos a la mar” con relación a las duros confrontaciones que han mantenido en un pasado muy reciente.
