Los gestores de la plazas de toros se han pronunciado a EFE de manera contundente en contra de la fase tercera de la vuelta a la normalidad que, en el caso de las plazas de toros, exige que se garantice la distancia de nueve metros cuadrados entre personas en plazas, recintos e instalaciones taurinas.
Ramón Valencia, gerente de la empresa Pagés y empresario de la plaza de toros de La Maestranza de Sevilla, ha declarado que esta medida es un insulto a la inteligencia, ya que, según fuentes de esta empresa, en base a esta normativa sólo se podrían despachar en torno a 400 localidades en una plaza que afora unos 10.500 espectadores.
Por su parte, José María Garzón, que gestiona cosos de la importancia de Córdoba, Santander o Algeciras con la empresa Lances de Futuro ha sido especialmente beligerante con el plan del gobierno y ha afirmado que “la discriminación” le parece “brutal” y es un ataque al toreo sin tapujos: la fiesta está en busca y captura, denunció.
No tiene sentido que en un teatro cerrado, con 2.000 localidades, puedan entrar casi 700 personas y que en una plaza de toros, con 10.000 espectadores, se permita la entrada a los mismos o incluso a un poco menos ha señalado Garzón, quien ha argumentado que por lógica, el virus debería tener más incidencia en espacios cerrados que abiertos.
Garzón ha remachado esas críticas calificando la medida de abuso total de un gobierno que no tiene en cuenta al toreo ni como manifestación cultural ni la actividad económica que es; y ha considerado que el panorama pinta muy feo y que, por ello, hay que acometer una reestructuración total del sector del toro.
Teníamos que haberlo hecho antes de este Covid 19 pero hay que cambiar muchas cosas, dar un paso al lado y desde la generosidad y la altura de miras hacer una reestructuración del toreo que se tenía que haber abordado ya, ha precisado el empresario, para quien “esta crisis puede ser la oportunidad.
Carmelo García, que gestiona varias plazas del circuito de tercera categoría como Utrera (Sevilla) o Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) dijo que “habría sido mejor que dijeran que no se pueden celebrar espectáculos” porque con esta medida “sólo han conseguido enfadar a todo el mundo.
¿Cuánta gente meto yo en Sanlúcar? ¿Con 400 entradas a 10 euros qué hago yo? se pregunta el empresario, que cifra la reanudación del negocio en la evolución de las estadísticas y la propia pandemia mientras mantiene aún en pie algunas de las ferias y festejos que tendría que organizar en el tramo final de la temporada.
Carmelo sí se muestra rotundo en torno a la discusión en torno a la legitimidad de la Tauromaquia.
Estoy agotado de defender tanto mi profesión, lo que hacemos ha afirmado García visiblemente molesto por estar siempre con lo mismo, justificando la Tauromaquia, defendiéndola de los animalistas, afirmó.
Esto es una expresión cultural fuera de serie, trabajamos dignamente y los toreros se juegan la vida de verdad. Esto arrastra masas, ¿qué tenemos que defender? Parece que nos tenemos que sentir culpables, pero lo nuestro está por encima de muchas cosas, ha concluido.