Con esta edición, la Palma de Plata rinde homenaje a tres de las máximas representantes de la solera cantaora actual, aunque con características diferentes.
En Inés Bacán se reúne toda la tradición flamenca de Lebrija y Utrera, una cantaora con una especial dulzura y recogimiento en sus cantes, que mecé hasta provocar la emoción del público y con un conocimiento de los compases y las melodías extraordinario.
En Dolores Agujetas y Tía Juana la del Pipa se encuentra la escuela cantaora jerezana, en dos voces más recias y rasgadas, que sobresaltan por la profundidad y jondura de sus cantes.