Otros tres ciudadanos británicos también serán traídos de vuelta a Gibraltar para que pueda viajar a sus hogares en el Reino Unido y España.
Las 26 personas no habían podido salir de Marruecos después de que sus fronteras fuesen cerradas súbitamente el 12 de marzo. Este suceso sorprendió a varios jóvenes que estaban visitando a sus familias en Marruecos durante la Semana Santa y, de hecho, también separó a algunas familias de las que algunos miembros habían cruzado el Estrecho mientras que otras habían permanecido en Gibraltar.
En la jornada de hoy, los 23 recibieron permiso para viajar puesto que se veían afectados por alguna cuestión de índole social o familiar. Ninguna de estas personas es de avanzada edad ni sufre problemas de salud conocidos. Otros 38 ciudadanos británicos permanecen aún en Marruecos, esperando la relajación de las estrictas medidas de confinamiento impuestas por el país. Algunas de las personas que todavía siguen en el país habían planeado inicialmente volar a Gibraltar en el servicio establecido desde Casablanca o Tánger pero, una vez más, estos vuelos fueron cancelados tras el inicio de la crisis desatada por el Covid-19.
La embajada británica en Rabat, el Gobierno de Gibraltar y su equipo de Contingencias Civiles (Civil Contingencies) han mantenido extensas negociaciones con el Ministerio del Interior marroquí. Estas negociaciones se han visto dificultadas por el hecho de que la ley marroquí considera a una persona como ciudadano marroquí si tienen un padre de Marruecos, incluso aunque ellos mismos nunca hayan vivido en el país. Por lo tanto, aunque varios de los 23 han vivido en Gibraltar toda su vida, siguen siendo considerados como personas de Doble Nacionalidad y, como tales, al encontrarse en Marruecos no tienen permiso para trasladarse más allá del supermercado más cercano, y por supuesto no pueden salir del país.
Para poder traerles de vuelta a Gibraltar, el Ministerio de Exteriores británico y el Gobierno de Gibraltar han tenido que demostrar que cada una de las 23 personas tiene alguna situación especial de índole social o familiar. El viernes por la mañana, las dos embarcaciones abandonaron Gibraltar a las 10:00 horas con rumbo al puerto de Tánger Med. Poco después del mediodía, las tripulaciones de la RGP y la Autoridad Portuaria, provistas de máscaras y guantes, dieron la bienvenida a bordo a los pasajeros. Las tripulaciones gibraltareñas no obtuvieron permiso para desembarcar pero, a medida que ayudaban a los pasajeros a subir a bordo, comprobaron la documentación de cada uno y les proporcionaron desinfectante de manos, mascarillas y guantes.
Dado que el espacio en las embarcaciones era limitado, cada pasajero solo pudo transportar una única bolsa. Tras cruzar el Estrecho con mar agitada, las dos embarcaciones atracaron en Waterport Wharf donde agentes de Aduanas (HM Customs) esperaban para inspeccionar la documentación de todos los pasajeros. En la siguiente fase del proceso, todos los pasajeros acudieron al puesto de Control de Infecciones, donde se comprobó su temperatura y se les tomaron muestras. Los 23 pasajeros deberán permanecer confinados durante dos semanas pero, felizmente, podrán hacerlo en sus hogares en el Peñón.