Los portavoces de Etxerat Patricia Velez y Urtzi Errarzkin han presentado en Hernani (Gipuzkoa) un balance de 2018, un ejercicio en el que han constatado que los acercamientos de presos propiciados por España y Francia son “insuficientes”.
“No hay razón alguna para no afrontar definitivamente el acercamiento de todos los presos a Zaballa y la excarcelación de los presos con enfermedades graves y de avanzada edad”, han manifestado, según ha informado Etxerat en un comunicado.
Han explicado que los familiares se encuentran aún peor ahora tras las “tímidas iniciativas del pasado año”, ya que “las expectativas creadas han desembocado en mayor nerviosismo y frustración”.
En los seis meses transcurridos desde que el PSOE accedió al Gobierno se han anunciado 16 acercamientos de presos de ETA, de los que hasta ahora se han materializado 14 y ninguno de ellos ha sido trasladado a cárceles de Euskadi.
Los últimos movimientos anunciados por el Gobierno y confirmados por Etxerat son los de los presos Iñaki Beaumont, desde Albolote (Granada) a Soria; Jon López Gómez, desde Herrera de la Mancha (Ciudad Real) a Zuera (Zaragoza); y Josu Ginea, de Almería a Mansilla (León).
Quedan por trasladar otros dos reclusos de cuyo movimiento informó el Ministerio en diciembre: Aurken Sola, desde Algeciras a la prisión de Burgos; e Iratxe Yáñez, de Almería a Asturias.
Según Etxerat, 136 reclusos, el 64,50 %, están internos en penales situados a una distancia de entre 600 y 1.100 kilómetros de sus domicilios.
En el caso de Francia, han sido 25 los presos acercados a las cárceles de Mont de Marsan y Lannemezan, aunque “todavía un 41 % de los reclusos” de ETA en el país galo se encuentra en prisiones ubicadas a una distancia de entre 400 y 1.100 kilómetros de Euskadi.
Etxerat ha lamentado que se mantenga “el veto” a las cárceles de Zaballa, en Álava, y Pamplona, y lo atribuye a que estos movimientos siguen respondiendo a “medidas políticas y no penitenciarias”.
“Los movimientos realizados hasta ahora no se diferencian de otros traslados que forman parte de la dinámica habitual de la dispersión desde hace 30 años”, han agregado, tras lo que han informado de que en 2018 se registraron 7 accidentes de tráfico, en los que se vieron afectados 16 familiares en los viajes para visitar a los reclusos.