IAM/Redacción Durante estos días, el Estrecho se ha convertido en protagonista en el mundo del avistamiento de Cetáceos y un cachalote llamado Amanita ha vuelto a llamar la atención al verse nuevamente en estas aguas, a las que viene desde 1998. El cachalote fue fotografiado por voluntarios de CIRCE a bordo del `Pirata de Savora`, embarcación de Turmares en el marco de un proyecto de colaboración entre ambas entidades.
El cachalote es una de las especies que se puede ver en aguas del Estrecho de Gibraltar, una especie que es la más grande del grupo de los odontocetos (cetáceos con dientes), de la que actualmente hay identificados 74 individuos que se han visto en este nexo de unión entre el Mar Mediterráneo y el Océano Atlántico (https://cetidmed.com/cachalote/ ). Uno de estos individuos es conocido como ‘Amanita’, cuya primera referencia data de 1998, y desde entonces han sido varios los avistamientos de este animal.En el año 2014 ya se destacó esta fidelidad por el Estrecho, y ahora en 2016, 18 años después, voluntarios de Circe han vuelto a fotografiarlo en estas aguas en el marco de un convenio de colaboración que se está llevando a cabo por parte de CIRCE con la empresa Turmares de avistamiento de Cetáceos.
Los cachalotes, al igual que otras especies de cetáceos, se reconocen mediante la técnica de la foto identificación, tanto de aletas dorsales o, como es el caso de los cachalotes, por la aleta caudal. Cada individuo cuenta con marcas únicas que le diferencian de los demás, ya sean pequeñas muescas en la aleta o bien por manchas en la piel, como es el caso de ‘Amanita’.
Su presencia en la zona es habitual entre los meses de marzo y julio fundamentalmente, época en la que vienen de diferentes puntos del Mar Mediterráneo a alimentarse. También es posible verlos, en menor medida, durante el otoño y el invierno. Se alimentan fundamentalmente de grandes calamares y de otros peces, y se distribuyen en las áreas más profundas del Estrecho, ya que busca su alimento entre los 600 y los 1000 metros de profundidad, con inmersiones que rondan los 30 minutos.
Son varios los cachalotes asiduos al Estrecho de Gibraltar, si bien el caso de ‘Amanita’ llama la atención sobre otros ya que se le ha identificado en al menos una docena de temporadas entre 1998 y 2016, lo que significa que tiene en esta zona su lugar preferido de migración para alimentarse. Entre sus amenazas, el tráfico marítimo de grandes buques está entre las principales, no en vano, desde 2002 hasta nuestros días ha habido dos casos documentados de colisión de ferries con cachalotes en las aguas del Estrecho, por ello en 2007 se estableció la recomendación de reducir la velocidad a 13 nudos en las zonas sensibles para estos animales, en la época en la que suelen acercarse a estas aguas.