Esta pequeña excavación ha documentado un pozo del siglo XIX, pavimentos de la última etapa de la vida castellana de la ciudad (1344-1369) y dos elementos de época bajomedieval islámica: una canalización de agua realizada en piedra y una pileta ejecutada con lajas pétreas y ladrillo que tiene en su fondo un lebrillo. Éste último, forma parte de la estructura y se halla en un excelente estado de conservación.
Tal y como se adelantado durante el transcurso de la excavación, la balsa está relacionada con alguna actividad artesanal sobre la que se está actualmente investigando.Dado el buen estado de la pileta y su localización a una cota que permite su compatibilización con la edificación, técnicos de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía han decidido su conservación. El propietario del inmueble, Juan José Jiménez Fernández, ha mostrado interés en que pueda ser visitado por la ciudadanía, para lo cual se está planteando la instalación de un suelo de cristal que permita su integración en el local comercial proyectado y su visualización, una vez concluyan las obras que consistirán en la ampliación de la conocida librería Jifersa.Landaluce ha valorado muy positivamente la iniciativa y ha adelantado que el Museo Municipal participará en las tareas de conservación y restauración del hallazgo, destacando que es la primera vez que se lleva a cabo, en Algeciras, una propuesta de estas características.Está excavación, promovida por la Delegación de Cultura, a través del Museo Municipal, ha sido dirigida por el Arqueólogo Municipal y ejecutada por operarios del Plan para la inclusión social a través del empleo en Andalucía. Este plan se ha gestionado desde el área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Algeciras y ha posibilitado la inserción laboral de tres trabajadoras y su formación en las labores propias de una excavación arqueológica.