WWF y Greenpeace califican de “prácticamente genocidio” la instalación de una nueva refinería en Algeciras o Huelva

IAM/Redacción Hasta cinco colectivos ecologistas –WWF, Verdemar-Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/Birdlife y Mesa de la Ría de Huelva– han coincidido este martes en mostrar su rechazo a la posibilidad, anunciada por el Gobierno central, de la apertura de una nueva refinería, financiada por Irán, en Algeciras  o Huelva, postura de la que han solicitado adhesión a la Junta de Andalucía, ya que la instalación de estas dependencias en estas zonas sería “prácticamente un genocidio” por los problemas aparejados para la salud humana.

“Esperamos que la Junta sea la primera interesada en que no haya un proyecto de estas características en el sur de España”, ha subrayado en rueda de prensa en Sevilla con motivo de la celebración del Día Mundial de los Humedales el portavoz de WWF en Andalucía, Juan José Carmona, que ha recordado la desestimación de la solicitud de autorización ambiental integrada (AAI) del proyecto de construcción de una refinería de petróleo en Extremadura, promovida por Refinería Balboa S.A., en el término municipal de los Santos de Maimona.

Esta iniciativa, que contemplaba la entrada y salida de material contaminante a través del Puerto de Huelva, fue denegada ante la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) negativa del Ministerio en 2012 y, según ha resaltado Carmona, ante un informe de la propia Junta manifestando que en un lugar como la provincia onubense, donde ya existe una refinería, habilitar otra ya era “inadmisible”.

Hasta ahora no se ha presentado planificación alguna, si bien “algo hay”, pues el Estado confirmó el interés y se han constatado los contactos con el Puerto onubense –“la duda mata, deberían ser más claros y explícitos”, ha expuesto la portavoz de Verdemar-Ecologistas en Acción, Raquel Ñeco–.

Por ello, los colectivos conservacionistas se muestran esperanzados en que, caso de concretarse el proyecto, la administración andaluza “recupere los informes y vuelva a decir que no”, aunque una de las cabezas visibles de la Mesa de la Ría de Huelva, Aurelio González, ha expresado que la confianza es “nula”.De “barbaridad que no entra dentro de la lógica” ha tildado Carmona la posible iniciativa, cuyo impacto en los ecosistemas costeros y humedales próximos a las zonas susceptibles de acoger estas dependencias –Parque Nacional de Doñana, Marismas de Odiel y Tinto o Bahía de Algeciras– es “inaceptable” e “inasumible”.

 

Humedales

 

WWF ha puesto en valor los humedales andaluces –el portavoz de SEO/Birdlife Jesús Pinilla ha dicho que un 30 por ciento de éstos se encuentra en mal estado de conservación, los más afectados en las zonas costeras de Almería y Cádiz– como fuente “importantísima” de biodiversidad y de riqueza para el ser humano, razón por la cual ha incidido en la conveniencia de conservar estos ecosistemas de cara al futuro.

Se ha centrado en la situación de Doñana, humedal Ramsar de los más importantes de Europa que en el presente año sigue “cercado” por “amenazas” como el dragado de profundización del Guadalquivir, el almacenamiento subterráneo de gas o la reapertura de la mina de Aznalcóllar y que está “seco” no solo por la falta de lluvias, sino por la sobreexplotación del acuífero debido a extracciones ilegales que, entre otras consecuencias, ha derivado en la desecación de las llanuras mareales.Por todo ello, piden a la administración medidas de compromiso en la conservación y protección de los humedales a largo plazo y desechar actuaciones como la refinería iraní, que afectaría a un entorno con altas cotas de “fragilidad” y vulnerabilidad al cambio climático y la continuidad de un modelo energético basado en energías fósiles.

De hecho, el delegado de Greenpeace en Andalucía, Juan de Dios Fernández, ha explicado que con dicho modelo energético se estima que para 2030 las emisiones de CO2 se situarán en 200 millones de toneladas, que se reducirían a 15 con un patrón basado en las renovables. El ahorro para las familias con este último tipo de energía predominante sería de 400 euros al año, mientras que la factura energética ascendería a 2.500 euros anuales con las fósiles.También rechaza la justificación en la riqueza y la creación de empleo de proyectos como la refinería, ya que este modelo “ha sido un desastre desde el punto de vista social, económico y ambiental”. Según Fernández, el incremento del Producto Interior Bruto (PIB) sería del 0,5 por ciento con las energías fósiles, y de dos puntos con las renovables.

 

Salud Pública

 

Otro aspecto que se ha recalcado es el del deterioro de la salud pública por los polos de industria pesada ya establecidos en los lugares que podrían acoger la proyectada refinería. En este sentido, Raquel Ñeco hace hincapié en que la Comarca del Campo de Gibraltar sufre una problemática al respecto “desde hace 28 años, y la administración aún no contesta”.

Así, los colectivos subrayan cómo en ambos entornos la esperanza de vida de sus ciudadanos es 20 años menor que en cualquier otra parte de España, con repunte de determinados tipos de cáncer, dermatitis, problemas de tiroides o leucemia. “No vale la vida a cambio de dinero”, ha dicho Ñeco, que apunta como, de todos modos, en dichos enclaves las tasas de paro rondan el 40 por ciento.

“Si hay que ir a la guerra, iremos a la guerra”, ha resumido la portavoz de Verdemar-Ecologistas en Acción. En parecidos términos se ha expresado Aurelio González, que asegura que “se plantará cara” frente a “un capital timorato, irresponsable, insolidario y falto de ideas”. “El tiempo de los hidrocarburos y sus refinerías ha acabado”, sentencia, lamentando el ejemplo de Fertiberia, con “un reactor químico a 300 metros de la población, y donde a pesar de una sentencia condenatoria se dejan los residuos”. “La sola propuesta es un desprecio absoluto a las personas que viven en la zona”, ha apostillado.

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