Para ello, los defraudadores se valen de diversas artimañas para inutilizar el contador.En este sentido, ARCGISA recuerda que estos casos de fraude, de ser detectados, conllevan liquidaciones superiores a los 900 euros.
En concreto, el Reglamento de Suministro Domiciliario recogido en el Decreto 120/1991 de 11 de Junio indica que la liquidación en caso de fraude detectado se llevará a cabo tomando como base “la capacidad de medida del nominal, computándose el tiempo a considerar en tres horas diaria desde la fecha de la última verificación oficial del contador, sin que este tiempo exceda del año, descontándose los consumos que durante ese periodo de tiempo hayan sido abonados por el autor del fraude”.En caso de impago de la cantidad liquidada tras la detección del fraude se podría llegar a proceder, incluso, al corte del suministro