Entre los asistentes se encontraba la parlamentaria andaluza de IU Inmaculada Nieto, sindicalistas y miembros de la Asociación de Derechos Humanos y Amnistía Internacional. Pablo Bianchi, Presidente de la Asociación Amigos del Pueblo Saharaui del Campo de Gibraltar “Solidaridad” leyó el siguiente manifiesto:El Gobierno español acaba de denegar el asilo político a Hassana Aalia, estudiante saharaui y activista defensor de Derechos Humanos de su pueblo.Aalia está en España desde 2011, año en que llegó a Bilbao para estudiar con una beca. Cuando le quedaban dos meses para volver a El Aaiún, Marruecos emitió una orden de busca y captura contra él, y fue entonces cuando decidió no regresar y solicitar asilo político.Fue condenado por un tribunal marroquí -, sin garantías procesales ni jurídicas, a cadena perpetua, por haber participado en el campamento saharaui de protesta en Gdeim Izik (El Aaiún) en octubre de 2010, el campamento de protesta desmantelado por el ejército marroquí,La condena dictada, después de haber sido juzgado anteriormente por otro tribunal civil y condenado a cuatro meses, no se sustenta en ninguna prueba, ni en ningún delito. Los observadores internacionales presentes en el juicio calificaron el juicio como una farsa y denunciaron la falta de garantías procesales, la inexistencia de pruebas, las contradicciones de los testigos, con confesiones extraídas bajo tortura y la propia existencia de los tribunales militares.Varios organismos como la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, la Fundación Sahara Occidental, Human Rights Watch y Amnistía Internacional han denunciado que el juicio del tribunal militar no contó con las suficientes garantías y al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR) ha pedido protección para Aalia.La denegación incumple el pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos aprobados por la ONU en 1966 y ratificado por España en 1977 y nos hace cómplices de Mohamed VI en su genocidio contra el pueblo saharaui dado que se trata de una persona perseguida por sus posicionamientos políticos que no puede regresar a su lugar de origen y que, por tanto, debería gozar de protección internacional.Para Hassana su regreso a El Aaiún supondría el encarcelamiento y tortura hasta la muerte. Para nuestro gobierno conceder el Asilo político a Hassana, supondría reconocer que las fuerzas invasoras y ocupantes en el Sahara Occidental persiguen, encarcelan, torturan, matan y hacen desaparecer a saharauis. Y eso el gobierno de España no tiene la decencia de reconocerlo. Ninguno de los gobiernos democráticos hasta el día de hoy la ha tenido.La negativa del gobierno español al derecho humanitario de Hassana es un nuevo acto de complicidad con el gobierno de Mohamed VI y con la represión sistemática que éste ejerce contra la población saharaui en los territorios ocupados del Sahara Occidental. Así es que como se contribuye a la violación continuada de los derechos humanos y políticos. Además de contravenir el principio de no devolución, recogido en la Convención de Ginebra y reconocido por el Sistema Europeo Común de Asilo, supone una flagrante violación del Derecho Internacional y de las resoluciones de la ONU que siguen reconociendo a España como la potencia administradora de este territorio y como tal la obliga a proteger a sus habitantes.Porque existen sobradas razones humanitarias y porque las leyes lo amparan Hassana debe obtener asilo y protección española. Por todo ello exigimos que se reconsidere la decisión y se le conceda asilo político.. Una decisión que pertenece personalmente al ministro de asuntos exteriores, el Sr Margallo, el mismo que impide el trabajo de los cooperantes en los campamentos saharauis y el mismo que ha votado en Naciones Unidas en contra de que los Cascos Azules vigilen y protejan a la población civil saharaui de los abusos de los ocupantes marroquíes.