Las declaraciones del señor Margallo sobre la frontera, el aeropuerto, las cuestiones medioambientales, etc. son tan poco fundamentadas como las declaraciones proferidas en relación al Instituto Cervantes la semana pasada.Dichas declaraciones, tal y como el Gobierno de Gibraltar sostuvo la semana pasada, hablan por sí solas y explican mejor la naturaleza del señor Margallo que cualquier cosa que pueda decir el Gobierno.En cuanto a un aspecto en particular: las repetidas alusiones de Margallo acerca de la posibilidad inminente de retomar el proceso de Bruselas, el Gobierno de Gibraltar estima oportuno establecer una postura de nuevo para garantizar que nadie sucumba a la retórica del Ministro de Asuntos Exteriores español, aunque ya deberían haber aprendido que —en lo que respecta a Gibraltar— todas las predicciones que él ha formulado en los últimos tres años, no se han cumplido.La realidad de esta postura es que el doble bloqueo[1] acordado con el Gobierno británico y apoyado por todos los partidos en el Parlamento británico, otorgan el derecho de veto al pueblo gibraltareño en lo relativo a la reanudación de dichas conversaciones.El Gobierno, el Parlamento y el pueblo gibraltareños están de acuerdo: nunca aceptaremos que se retomen dichas conversaciones.Ejerceremos nuestro derecho de veto ahora y siempre.En relación a este tema, el Ministro Principal ha comentado: “el Ministro de Exteriores español debe entender que ejerceremos nuestro derecho de veto en virtud del doble bloqueo. No se nos va a privar de este derecho de veto, con independencia de la presión que quieran ejercer en la frontera. “No” quiere decir “no” y no vamos a rendirnos al chantaje que pretende que cambiemos nuestros principios como pueblo.
Hoy, tras las conversaciones y las sonrisas en Madrid, sigue habiendo largas colas en la frontera que afectan principalmente a sacrificados trabajadores que deben cruzar la frontera para trabajar. NO se celebrarán negociaciones bilaterales en el marco del proceso de Bruselas en el futuro inmediato. No se celebrarán esta semana, ni este mes, ni este año, ni el siguiente, ni el de después. Cuanto antes lo entiendan — no sólo el Ministro, sino también aquéllos que servilmente informan de sus palabras sin cuestionarlas— antes podremos abarcar cuestiones en las que se puedan hacer verdaderos progresos en beneficio de las personas que viven a ambos lados de la frontera”.