El PSOE solicita el apoyo de la Diputación para salvar a la oveja merina de Grazalema

El Grupo Socialista solicitará en el Pleno de la Diputación que la Corporación provincial se implique en la promoción gastronómica de las especies ganaderas autóctonas de la provincia, aprovechando las posibilidades que permiten los restaurantes de la red de hoteles de la empresa Turismo Gaditano SA (Tugasa). Esta ha sido una de las principales conclusiones del encuentro mantenido por la portavoz del Grupo Socialista y secretaria general del PSOE de Cádiz, Irene García, con la junta directiva de la Asociación de Criadores de la Raza Ovina Merina de Grazalema, encabezada por su presidente, Cristóbal Yuste. En la reunión, desarrollada en el Ayuntamiento de Villaluenga del Rosario, localidad en la que está radicada esa entidad, ha participado igualmente el viceportavoz del Grupo y alcalde, Alfonso Moscoso.

Al término del mismo, Irene García ha destacado el “intenso trabajo” que desarrollan los 34 ganaderos asociados a esta entidad que persigue la conservación de una raza específica de la provincia de Cádiz, y más concretamente de la comarca de la Sierra gaditana, y que sustentan del orden de un centenar de empleos directos. “Según la información que nos han facilitado los propios ganaderos, en la actualidad el censo de ovejas merinas de Grazalema asciende a unas 5.000 cabezas, cuando el mínimo para que una especie se considere en riesgo de extinción es de 10.000 ejemplares, es decir, el doble de su actual cabaña”, ha explicado la portavoz. Y ha añadido que la Diputación “debe atender a la llamada de alerta que se realiza desde el propio sector, que necesita ser ayudado para asegurar su viabilidad y para garantizar la existencia de una raza autóctona que forma parte de nuestra riqueza y de nuestro patrimonio provincial”.

“Los ganaderos de la Asociación de Criadores de la Raza Ovina Merina de Grazalema nos han planteado la necesidad de promocionar las bondades gastronómicas de los productos derivados de estos animales. De todos es sobradamente conocida la calidad de los quesos que se elaboran a partir de la leche de estas ovejas. Y ahora se trata de apostar también por difundir el consumo de la carne de sus corderos como fuente adicional de negocio para estas explotaciones”, ha señalado. “En este sentido –ha continuado-, la Diputación cuenta con un escaparate magnífico para aumentar el conocimiento de las posibilidades culinarias de esta especie, como son los restaurantes de los hoteles de Tugasa, en cuyas cartas podría incorporarse y en los que podrían llevarse a cabo actuaciones concretas como talleres de cocina o iniciativas del tipo ‘show cooking’, de gran actualidad”.

Irene García ha lamentado que “a pesar de las promesas realizadas al sector, la Diputación lleva años desatendiendo por completo a los criadores de esta raza que, además de suponer en sí misma una riqueza natural para esta tierra, garantiza la disposición de materia prima de calidad para nuestra floreciente industria quesera tradicional y mantiene un buen número de puestos de trabajo en la Sierra, tanto de forma directa como indirecta”.

Por todo ello, junto a la necesidad de apostar por difundir las bondades de su carne, el Grupo Socialista reclamará en el próximo Pleno de la Diputación un apoyo expreso a los criadores de razas de ganado autóctonas y situadas en el umbral de su riesgo de desaparición o incluso por debajo de él. Así, de la mano tanto de la Asociación de Criadores de la Raza Ovina Merina de Grazalema como de la Asociación de Criadores de la Raza Caprina Payoya, se solicitará en la próxima sesión plenaria que la Corporación provincial suscriba los correspondientes convenios con estos ganaderos con el objetivo de colaborar en la promoción de estas razas autóctonas, facilitando su conservación y su mejora. 

Con vistas a conseguir esta finalidad, la iniciativa socialista plantea la puesta a disposición de instalaciones adecuadas para llevar a cabo tareas ligadas a la fertilización y reproducción de estas razas, tareas que podrían realizarse tras una mínima adaptación de dependencias ya teóricamente dedicadas a cometidos similares, como la finca El Imperio, en la localidad serrana de El Bosque; o el Centro de Experimentación Agrícola y Ganadera, de Jerez. 

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