No te quedes sin tu entrada anticipada a tan sólo 15 euros y disfruta de una de las mejores voces del mundo del flamenco que ha sido capaz de levantar a un estadio entero de la emoción que ha transmitido en cada uno de sus conciertos.
Miguel Flores, “El Capullo de Jerez”, nació el 3 de abril de 1954 en el Barrio de Santiago, Jerez de la Frontera. A los pocos años, su familia se trasladó al barrio de La Asunción, donde también vivían Tío Borrico, El Terremoto, Paco Laberinto o La Paquera. El que más le marcó de todo aquel plantel de figuras fue Fernando Terremoto. Miguel, de niño, visitaba su casa a diario: “En una ocasión, fueron a aquella casa Antonio Mairena y sus hermanos Curro y Manuel”, recuerda, “Fernando hizo una seguiriya y se pusieron a llorar los tres”.
Despuntó en los “Jueves Flamencos” que organizaba el tocaor Manuel Morao. Pocos flamencos están tan pasados de compás como El Capullo y tienen esa capacidad natural para cuadrar los tercios.
El único cantaor profesional de su familia es él, pero sus dos hermanas y sus tres hermanos bailan. Todos lo han mamado de su madre, Isabel “La Moza”.
Miguel es payo y sostiene que, dentro del mundo artístico Jerezano no se pueden establecer diferencias entre gitanos y gachós “Lo importante es criarse en la cuna del arte… yo llevo toda la vida con El Torta, el Mijita o Manuel Moneo. Aquí, puros somos todos”. Criado en los populares barrios jerezanos de Santiago y La Asunción, Miguel Flores creció escuchando los cantes festeros de artistas tan importantes como Terremoto o La Paquera de Jerez.2 Si bien en un principio quiso ser jugador de fútbol, pronto inició su trayectoria artística dentro de los Jueves Flamencos, de Manuel Morao, llegando en 1985 a actuar en los tablaos madrileños de «La Venta el Gato» y «los Canasteros».