CÁDIZ, 25 Oct. (EUROPA PRESS) –
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha alertado de la carencia de embarcaciones en el Servicio Marítimo de Cádiz, que está “como hace diez años”, cuando se produjo el naufragio de la patera de Rota con 37 víctimas mortales.
Como publica este viernes El País y según detalla la AUGC en un comunicado, de las dos embarcaciones de 20 metros de eslora de las que disponía dicha unidad para encargarse de la vigilancia en alta mar “no queda ninguna”, ya que “una está cedida al Servicio Marítimo de Algeciras y la otra se encuentra en Varadero”.
Critican que “en vez de volcarse en afrontar y subsanar las carencias”, los mandos directos de la Jefatura de la Comandancia se están dedicando con sus decisiones “a mermar la eficacia” del servicio, a juicio de la AUGC.
Expone que “la última medida, con la que la eficacia en la lucha contra el narcotráfico se puede ver muy afectada y liquidar de un plumazo todos los logros conseguidos hasta ahora en el control de la costa entre el Guadalquivir y Atlanterra, consiste en haber recortado caprichosamente y sin ninguna explicación las horas continuadas de servicio de las patrulleras, que han pasado de 24 horas a ocho ó 12”.
Esto, según abunda, está derivando en una “injustificable y desastrosa merma tanto en la calidad del servicio como en la eficacia de éste, tanto para la lucha contra la delincuencia como para el control, seguridad y auxilio de la navegación costera”.
Explica que las patrulleras del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Cádiz, con base en Puntales, han de cubrir una zona de vigilancia y control que se extiende desde la desembocadura del río Guadalquivir hasta Zahara de los Atunes. Sólo cubrir el trayecto navegando entre la base en Puntales y la zona de Bárbate, entre ida y regreso suma al menos seis horas de navegación, lo que con “las actuales medidas impuestas por el jefe de este servicio dejan un estrecho margen de dos horas de vigilancia y control, aún a expensas de dejar abandonada una zona tan importante en el control del narcotráfico y la seguridad en la navegación como es la desembocadura del Guadalquivir”.
Añaden que con estas “fatales reformas”, las patrulleras llegan a “triplicar” el consumo de combustible, trabajan más horas y luego permanecen más tiempo inoperativas para revisiones y, en definitiva, suponen un “malgasto” de los recursos en tiempos de crisis.
A su entender, la consecuencia más importante es que “se están limitando muchos servicios exclusivamente al saco de la Bahía de Cádiz por no tener disponer de las embarcaciones de altura de 20 metros, que son las idóneas para realizar los largos desplazamientos, lo que está suponiendo el abandono del resto de la costa”.