IAM/A.R. Recordar a algunos e ilustrar a otros que lo brotes verdes en política, son una metáfora que se utiliza para indicar signos de recuperación económica tras una crisis.
Decir asimismo que fue Elena Salgado, Ministra de Economía y Hacienda por el PSOE, quien anunció a comienzos de mayo de 2009, los primeros brotes verde de la crisis, que se secaron en flor y nos sumimos en una segunda ronda de la Gran Recesión, y de ahí que cualquier referencia a los brotes más que ilusión han venido generando mosque y desconfianza y hasta burla o chanza.
Superar la recesión es una buena noticia. No cabe racanear. Ni tampoco repicar las campanas o embriagarse como han hecho algunos ministros, ya que salir de la recesión (romper la caída del PIB consecutiva de al menos dos trimestres, y llevábamos nueve) no es superar la crisis, como propaga el siempre estupendo Cristóbal Montoro. Porque el 0,1% es estancamiento, el consumo interno está parado, el paro nos consume. De todas formas atrás quedan nueve trimestres consecutivos de crecimiento negativo; pero no nos esperan ritmos expansivos de cierta significación en los próximos trimestres. No serán suficientes para que se pueda reducir de forma apreciable el principal desequilibrio, el desempleo. Expuesta a vuela pluma la situación desde el punto de vista del Banco de España es la de que “el bajo nivel de renta, las todavía desfavorables perspectivas del mercado laboral y el elevado endeudamiento de las familias no permiten prever una recuperación sensible del consumo a corto plazo”. Si esa recuperación no llega, será difícil que en los próximos trimestres los progresos estadísticos se traduzcan en una mejora del estado de ánimo y del bienestar de la mayoría de los agentes económicos”, y partiendo de como la captas y la vives, la Incómoda es; ¿Te apuntas a los brotes verdes?