EP/CÁRITAS DIOCESANA
«Algeciras es la zona que concentra mayor número de atenciones, con unas 200 personas diarias»
CÁDIZ, 21 Oct. (EUROPA PRESS) –
El obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy, junto con el delegado episcopal de Cáritas Diocesana, Alfonso Gutiérrez, han presentado este lunes el Observatorio de la Realidad Social de Cáritas en la diócesis detallando que la red parroquial y diocesana ha atendido a “más de 32.000 personas”.
Rafael Zornoza, en rueda de prensa, ha informado del proyecto de atención a familias en exclusión social que se ha puesto en marcha y que atiende “a unas 200 familias”. A pesar de que se necesitan aún nuevas aportaciones, el obispo diocesano ha expresado que “quisiera que en este curso se pudieran beneficiar el doble de familias”.
De otro lado, el obispo ha informado sobre la apertura y sostenimiento de un nuevo centro de día para los sin techo en la ciudad de Cádiz. Este establecimiento, para el que se está en conversaciones con diversas administraciones públicas, estaría regido por Cáritas Diocesana.
Además, ha avanzado que se está realizando un estudio denominado ‘Análisis de la realidad en la provincia de Cádiz y la ciudad de Ceuta: acompañando en la acción’, que prevén finalizar en junio de 2014, en el que se va analizar la realidad de la pobreza para “fijar su mirada en la realidad diaria de las personas que Cáritas parroquiales acompaña en su día a día y vislumbrar qué camino recorrer en los próximos años”.
Así, el Obispo diocesano ha asegurado que “el Motu Propio del Papa Benedicto XVI Intima Ecclesiae Natura tiene toda su vigencia y debe ser conocido y estudiado, sobre todo por los agentes de Cáritas y consejos pastorales para ahondar en su misión”.
Por último, el prelado ha anunciado la creación del foro ‘La imaginación de la caridad’ para “el encuentro y diálogo de personas creativas dispuestas a encontrar caminos nuevos de actuación particular o institucional hacia los más necesitados”.
VIII INFORME DEL OBSERVATORIO DE LA REALIDAD SOCIAL
El delegado episcopal de Cáritas Diocesana, Alfonso Gutiérrez Estudillo, ha sido el encargado de explicar este informe de Cáritas Española, que evidencia un aumento del empobrecimiento y la desigualdad social, aportando datos concretos de la diócesis de Cádiz y Ceuta.
De esta manera, las conclusiones del informe refrendan, por una parte, los datos ofrecidos en la Memoria anual de actividades que Cáritas Diocesana presentó el pasado trimestre con motivo del Día de Caridad, y por otra, “ofrecen información cualitativa del momento en que desarrollamos nuestra acción”.
Gracias al trabajo gratuito de los 700 voluntarios y la actividad de 25 contratados, Cáritas ha podido aportar soluciones y nuevas oportunidades a las personas más empobrecidas. “Nuestra red parroquial y diocesana ha atendido a más de 32.000 personas”.
Los mayores esfuerzos realizados por Cáritas para reducir el impacto de la precariedad y la exclusión social se concentraron en el programa de Atención primaria/familias (799.935 euros), en el Programa Diocesano de Personas en situación de Sin hogar (501.700 euros), en el Programa de Empleo e Integración Sociolaboral (302.977 euros) y otros colectivos vulnerables (mayores, mujer, infancia, etéctera 54.054 euros).
Toda esta acción es posible gracias a las donaciones de entidades públicas y privadas y a las aportaciones de 479 socios. En concreto, los recursos invertidos proceden en un 64 por ciento de fondos propios (colectas parroquiales, cuotas de socios y donaciones particulares), un 27 por ciento de administraciones públicas (Fondo Social Europeo, Ministerio de Sanidad y Políticas Sociales, Junta de Andalucía, Diputación y Ayuntamientos), un siete por ciento de entidades privadas (Fundaciones y entidades bancarias) y un dos por ciento corresponde a las aportaciones condicionadas para la colaboración en campañas de emergencia de los países del sur.
Las ayudas más demandadas en Cáritas siguen siendo, por este orden, alimentación, vivienda y empleo. La mayoría de las personas acogidas han recibido respuestas de alimentación, seguidas de intervenciones sobre el empleo, vivienda y otros tipos de ayuda como farmacia, desplazamiento y educación. La mayor parte de las respuestas de intervención son del tipo ayudas en especie y económicas. Otras respuestas se corresponden principalmente con acciones de información, orientación y asesoramiento, así como de formación, seguimiento y acompañamiento de procesos personales y familiares.
Respecto al perfil de las personas en Cáritas, las mujeres siguen siendo el rostro más visible de las situaciones de pobreza y exclusión.
Además, se registra un elevado número de desempleados, que han pasado de ser “recientes” –al inicio de la crisis– a ser de larga duración. Numerosas parejas jóvenes (de entre 20 y 40 años de edad), con hijos, se han visto muy afectadas así como mujeres solas con familiares a su cargo.
Según han destacado, ante “la gran demanda” de atención social han tenido que dedicar “un mayor esfuerzo a la cobertura de necesidades básicas, en competencia con el proceso de acompañamiento en base a un itinerario de inserción personalizado”. “Aparece el agobio, el estrés, el agotamiento y la frustración en los agentes que ven con incapacidad sus posibilidades para hacer frente a la ingente demanda y se han reducido también las posibilidades de derivar a otros para afrontar los problemas de las personas”, han apuntado, subrayando la necesidad de “invertir más esfuerzos en el cuidado de los agentes”.