El enfrentamiento entre el sindicato Manos Limpias y Fabian Picardo, a raíz de la denuncia de este colectivo ante la Comisión Europea por presunto delito medioambiental, suma ahora una nueva figura. Y no es otra que la del ex juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que estaría realizando labores de asesoramiento para el ministro principal del Peñón en su demanda ante la Corte Suprema de Gibraltar contra Manos Limpias, según denuncia el sindicato que dirige Miguel Bernad. Las relaciones entre Picardo y Garzón vienen de lejos, pero se habrían intensificado en las últimas semanas tras la intensificación del contencioso que mantienen España y el Peñón por el lanzamiento de 70 bloques de hormigón en la Bahía de Algeciras.
De hecho, hace ahora un mes que trascendió que el magistrado condenado por prevaricación se reunió en un restaurante de la colonia con Picardo para cenar. Tras conocerse la noticia en varios medios digitales, incluido el hecho de que el ex magistrado no tuvo que esperar las largas colas que por entonces se producían en la verja, el Ejecutivo gibraltareño tuvo que admitir la reunión. Pero ese domingo 1 de septiembre no ha sido la única vez que se han sentado a la misma mesa, puesto que se habrían celebrado más reuniones en territorio español con el objetivo de mantener el «contacto» entre ambos. Es más, tras los mencionados encuentros, Manos Limpias cree que Garzón no sólo acabará orientando a Picardo en esta querella, sino que también acabará como «asesor de apoyo» en el resto de asuntos en conflicto con la colonia, dada su experiencia y conocimiento en todos los asuntos españoles, como los controles fronterizos o las denuncias medioambientales.
La agrupación de Miguel Bernad ha denunciado hasta en tres ocasiones al Gobierno de Gibraltar en los últimos meses. Las dos primeras, ante el fiscal de zona de Algeciras y ante la Comisión Europea por presunto delito medioambiental tras el vertido de 70 bloques de hormigón al fondo del mar. Y la última, ante el Defensor del Pueblo Europeo, para que ofreciera su amparo a los pescadores de las cofradías gaditanas ante la imposibilidad de faenar en las aguas de la Bahía de Algeciras. Pero fue la denuncia presentada ante la UE la que originó el enfrentamiento entre Picardo y Manos Limpias. Prueba de ello es que el inquilino del número 6 de Convent Place envió varios burofaxes –a través de Hassans, el despacho de abogados de referencia en Gibraltar– solicitando a Miguel Bernad, secretario general de Manos Limpias, que retirara la denuncia que presentó ante el Parlamento Europeo, se disculpase y le indemnizase económicamente por expresar unas acusaciones «completamente falsas y altamente difamatorias» en un plazo de 24 horas.
El Gobierno gibraltareño hacía un llamamiento en su requerimiento para que «prime el sentido común» y la «decencia» y que tanto Manos Limpias como otros «detractores» de Gibraltar supieran distinguir «entre lo que es la crítica legítima y de buena fe –aunque infundada y jurídicamente viciada, añade– y lo que no es».
Acusaciones falsas
«Como político, Picardo acepta que haya personas que puedan desafiar las decisiones ejecutivas del Gobierno de Gibraltar en materia medioambiental en los foros internacionales apropiados, pero no puede permanecer pasivo ante acusaciones falsas y maliciosas de conducta criminal de Picardo y del gobernador», aseguraba entonces en un comunicado el Gobierno gibraltareño.
Ante la negativa del sindicato a acceder a ninguna de sus peticiones, el ministro principal del Peñón anunció el inicio de un procedimiento ante la Corte Suprema gibraltareña. «Si al final consiguen que mediante una rogatoria, haga aquí una comparecencia, quien va a actuar no va ser el despacho Hassans, va a ser el despacho de Garzón», critica Bernad, quien tiempo atrás fuera el auténtico azote del ex magistrado de la Audiencia Nacional, que reapareció ayer para asegurar que su plataforma, Convivencia Cívica, no busca ocupar espacio electoral, sino «hacer algo diferente».