Temática: MEA:Medio ambiente
POL:Política:Asuntos exteriores
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha denunciado ante la Fiscalía de Medio Ambiente el vertido “incontrolado” al mar de unos setenta bloques de hormigón que el Gobierno de Gibraltar ha llevado a cabo en las aguas que rodean a la colonia británica.
El lanzamiento, la semana pasada, de estos bloques de hormigón, afecta de lleno a los pescadores españoles que faenan en la zona y vuelve así a reavivar las tensiones en la zona y el litigio sobre las aguas que rodean el Peñón, que España considera de su soberanía porque no estaban incluidas en el Tratado de Utrecht que cedió a Reino Unido la soberanía de la colonia.El Ministerio que dirige Miguel Arias Cañete ha anunciado hoy que ha denunciado el lanzamiento de los bloques de hormigón ante la Fiscalía de Medio Ambiente porque considera que se ha realizado “sin ningún tipo de autorización” y que puede suponer “el incumplimiento de varias normas medioambientales”.En una nota de prensa, el Ministerio explica que el sector pesquero de la Bahía de Algeciras asegura que como consecuencia del vertido de los bloques de hormigón “se han visto afectadas la totalidad de las modalidades y especies habituales de la flota tanto de Algeciras como de La Línea de la Concepción”.Afirma que su colocación “imposibilita el desarrollo de la actividad marisquera española tradicional en la zona, y dificulta la pesca de cerco, puesto que las artes pueden dañarse con los módulos de hormigón”.En su escrito ante el Fiscal, el Ministerio precisa que el pasado 24 de julio el Servicio Marítimo de la Guardia Civil constató, tras la denuncia de pesqueros españoles, que se estaban llevando a cabo estas operaciones de hundimiento de estos bloques de hormigón.Ese mismo día el Gobierno de Gibraltar se quejó de la intervención de la Guardia Civil que había impedido que el remolcador completara ese día su trabajo y justificó la medida en que con estos bloques quería crear un arrecife artificial para proteger los fondos marinos.Gibraltar completó al día siguiente la operación, desde una plataforma flotante y con ayuda de un remolcador escoltados “en todo momento por medios marítimos pertenecientes a los distintos cuerpos policiales y militares de la colonia de Gibraltar” y pese a la oposición de los pesqueros españoles y a la presencia del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, recuerda Medio Ambiente.El Ministerio considera que estas actuaciones aun cuando puedan tener por objetivo la creación de un arrecife artificial” “carecen del oportuno título de ocupación del dominio público marítimo-terrestre y del preceptivo informe de compatibilidad con la Estrategia Marina del Estrecho y Alborán”.Un día después del lanzamiento de estos bloques de hormigón la entrada a Gibraltar volvió a sufrir largas retenciones de vehículos provocadas por la intensificación de las inspecciones que realiza la Guardia Civil en el paso fronterizo.El paso, que durante el fin de semana registró esperas de hasta siete horas, ha vuelto a sufrir hoy retenciones de hasta tres horas, según ha denunciado el Gobierno de Gibraltar, que en un comunicado dice que las autoridades españolas han impedido esta mañana la entrada en la colonia de camiones cargados con piezas de cemento.Las colas, que la alcaldesa de La Línea de la Concepción Gemma Araujo (PSOE) llegó a tachar de “inhumanas”, han motivado también que el ministro de Exteriores británico William Hague llamara por teléfono al ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo.En esta conversación, según fuentes españolas, Margallo expresó a Hague que España “está por el diálogo y el respeto a su legislación y la de la UE, pero no por la utilización de la vía de los hechos consumados” y añadió que se seguirán haciendo los controles reforzados en la frontera “cuando se considere necesario”. EFE
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