IAM/REDACCION
La Unidad de Gestión Clínica ‘Menéndez Tolosa’ cuenta con un equipo multidisciplinar de profesionales que trabaja para reducir la incidencia y cronicidad de este tipo de lesiones Alrededor de 60 ciudadanos son atendidos cada semana por la consulta para el tratamiento de heridas agudas y crónicas de miembros inferiores –piernas y pies- en la Unidad de Gestión Clínica ‘Menéndez Tolosa’ de Algeciras, con el objetivo principal de reducir la incidencia y cronicidad de este tipo de lesiones en los pacientes, especialmente en aquellos de edad más avanzada y que tienen enfermedades agudas en situaciones de inmovilidad. Constituida por un equipo multidisciplinar de profesionales de Atención Primaria, entre los que se encuentran médicos de familia, enfermeros y auxiliares de enfermería, esta consulta ofrece una atención personalizada evitando la variabilidad diagnóstica y terapéutica en las úlceras por presión, zonas de daño localizadas en la piel y el tejido subyacente causado por fuerzas de presión, roce o fricción excesivas. Además, ayuda a realizar el diagnóstico correcto, aplicando el tratamiento adecuado y facilitando la cicatrización de las heridas. Otro de los objetivos del personal sanitario que lleva esta consulta es evitar la aparición de heridas. Y es que, datos epidemiológicos confirman que el 40% de los pacientes que han sufrido úlceras crónicas vuelven a sufrir otra herida dentro del periodo de doce meses posteriores a su curación. Asimismo, los profesionales planifican en esta consulta los cuidados individualizados, planteando una actuación concreta frente al dolor del paciente, pues este tipo de lesiones son incapacitantes para la mayoría de quienes las sufren y uno de los síntomas más preocupantes. La consulta se encuentra situada en el propio centro de salud y es atendida en primera instancia por Isabel Leal y Ana Herededo, auxiliares de enfermería, y Juan Antonio Serván y Yolanda Aleixander, enfermeros. Ellos son los encargados de valorar y atender a los pacientes que presentan algún tipo de heridas crónicas en piernas y pies y que vienen derivados o de sus propios médicos o enfermeros de familia o incluso de las enfermeras gestoras de casos. Además, disponen de una sala para información, en la que se reúnen bien con el propio paciente, bien con su cuidador principal, y donde completan la historia clínica del enfermo y ofrecen consejos para prevenir y cuidar este tipo de patologías. También estos cuentan con una importante actividad en los domicilios de aquellos pacientes que, debido precisamente a las lesiones, no pueden desplazarse hasta el centro. Según diversos estudios, hasta el 95% de las úlceras por presión pueden ser evitables con cuidados adecuados, sencillas pautas de prevención, uso de material adecuado y utilización de guías de práctica clínica. En ese sentido, en la consulta se ofrece a los pacientes educación sanitaria para favorecer modificaciones en estilos de vida no saludables y que son desencadenantes o agravantes de este tipo de heridas, como el sedentarismo, la obesidad, patologías de base mal controladas (diabetes, hipertensión arterial, hábito tabáquico o mal control metabólico, entre otras).La prevención de las heridas agudas y crónicas es un importante reto para el sistema sanitario y, en especial, para los profesionales de la enfermería ya que, además de las complicaciones que suponen para el paciente, aumenta la estancia hospitalaria y también los costes. Su curación suele ser lenta, de ahí la importancia de un tratamiento rápido y adecuado que evite infecciones.
