TCAM/REDACCION
El libro “El ritmo perdido” de Santiago Auserón, ex Radio Futura, es una investigación bibliográfica sobre las melodías que viajan, aunque en las primeras páginas constituyen una deliciosa inmersión en los recuerdos de infancia y juventud de Auserón
A lo largo del libro, recurriendo a la musicología, la filología, la historia y la arquitectura, Auserón intenta determinar la pervivencia de la música árabe tras la expulsión de los moriscos o la entrada de la polirritmia en el universo hispano. “Las leyendas de los cantes de ida y vuelta son anteriores a lo que se piensa. Abundaban los negros, esclavos y libertos, en la España del sigloXVI; ellos mismos o su sus ocurrencias musicales viajarían a América antes incluso de que comenzara el tráfico de seres humanos desde África”. Para Auserón, resulta evidente que “todo el folclore peninsular ha estado bajo el signo de la negritud, sin menospreciar las influencias musulmanas y judías. Esa riqueza explica la enorme capacidad de irradiación de la música popular española sobre otros países europeos y, desde luego, sobre América. Se trata de una realidad oculta desde que se impuso un cristianismo intolerante. “La obsesión por la pureza de sangre crea en España una sociedad demencial, un delirio de mala conciencia, corrupción administrativa y negación de lo evidente”. Auserón hace desfilar en el libro un reparto estelar de testigos, Lope de Rueda, Quevedo, Lope de Vega, Cervantes, Góngora, Lorca. “Todos mencionan a los negros y, a veces, sus danzas y sus cantos. Hay algo más que curiosidades de eruditos. Ignorar la trama interétnica de España supone legitimar el modelo político impuesto a partir de los Austrias, que pretenden borrar la diversidad en aras de una homogenización. Felizmente, el Estado no ha sido tan absolutista como el mismo se soñaba. Si se estudia la Gran Redada de 1749, que pretendía reeducar a todo el pueblo gitano, se ve que ni siquiera se consiguió su apresamiento general. Muchos gitanos huyeron o fueron protegidos por las autoridades locales. Si hubiera triunfado la gran redada y sus propósitos, hoy no tendríamos flamenco”. También hay lecciones para el momento actual. En la presentación de su libro, Auserón dijo “Consciente o inconscientemente, este Gobierno se mueve por un odio a la cultura, que siempre desvela verdades incomodas. Con ser grave la subida que han hecho del IVA, no es lo principal. Si lo es mucho más, su negativa a responsabilizarse de la pobreza, la ignorancia y la violencia que traen sus decisiones. Han secuestrado la soberanía popular y desprecian todo lo que sea fluido, plebeyo o mestizo”.