TCAM-ALGECIRAS/F.J.
Tarde de poniente: marea de abanicos en los tendidos. Tres cuartos de plaza con la Sombra casi llena (se vendieron las caras ¿quién dijo crisis?) y menos de un cuarto en el Sol. Segunda corrida de Feria con cartel de lujo. Seis de Núñez del Cuvillo, para Morantes, El Fandi y Manzanares.
LOS TOROS
Comenzar diciendo que en las ganaderías punteras como es la de Núñez del Cuvillo hay toros de boutique y toros de mercadillo. Y ustedes me entienden. Corrida la qué salió en Las Palomas, muy justita de presentación (siendo generosos). El primero un inválido total, que debió de ir del campo a la UCI y ser devuelto, y al que el presidente mantuvo pese al clamor del público. Él sabrá por qué, e igual también nosotros, y se me viene a la memoria la frase de: “poderoso caballero don dinero”.
Segundo y tercero también adolecieron de falta de fuerza. El cuarto fue un buen toro, el quinto es sin duda el toro de la Feria. Pegojoso de nombre, fue una máquina de embestir, y se ganó por méritos propios el indulto y en función de ellos que Pegajoso forme ya parte de la historia de Las Palomas, uniendo su nombre al de “Comedia” indultado por el trianero, Emilio Muñoz. El sexto tuvimos la suerte de que le tocara a Manzanares que sacó agua de un pozo casi seco.
LOS TOREROS
Nació en La Puebla, se apellida Morante, y es la quintaesencia del toreo de arte, y es además el más valiente de los toreros artistas. Y el viernes en su segundo tuvimos la suerte de ver a Morante en estado puro. Lo recibió con seis verónicas de ensueño (marca de la casa) y media para enmarcarla: los oles se escucharon hasta en La Piñera. Con la muleta dio una larga lección magistral desarrollando un toreo envidiable, envidiado e imposible de imitar porque a Morante se le puede imitar. Cuando tenía los máximos trofeos en la mano, pincho: los descabellos no los conté: para qué. Lo hecho, hecho estaba para el recuerdo. A Morante le toco en suerte lo que es un decir, un Núñez del Cuvillo que estaba para el arrastre nada más salir al ruedo. Se cayó repetidas veces y Morante, no es que no quisiera es no podía hacer nada ante un toro quje tenía que haber sido devuelto a los corrales.
EL FANDI
Decir de entrada que vimos a un Fandi distinto. Con el capote el capote el granadino cada vez torea mejor y más puro. El espectáculo en banderillas esta siempre servido. Y si bien es verdad que le tocó en suerte Pegajoso, son precisamente los toros bravos los que descubren a los toreros y Pegajoso era una auténtica máquina de embestir. Fandi lo citaba de una punta a otra del ruedo y el de Núñez del Cuvillo galopaba (pocas veces se ve un espectáculo tan bonito y emocionante) en busca de la muleta, y luego repetía una y otra vez con Fandi dejándose la puesta enjaretando largas de series de hasta seis muletazos rematados de forma bella y variada. Una faena larga que prendió en los tendidos, y que fue una autentica locura cada vez que El Fandi montaba la espada, y el nombre entraba en la historia de Algeciras En su primero, como siempre El Fandi dio todo lo que lleva dentro en cada uno de los tercios pero el toro no sirvió.
MANZANARES
Que Manzanares no pueda hacer prácticamente nada ante un toro es raro, pero lo que no puede ser no puede ser y además es imposible: frase del Guerra que se puso en valor con este Primero de su lote, que por cierto fue el peor en cierro. En segundo, Manzanares con su difícil facilidad le arrancó una oreja poniéndolo todo él.
EL PRESIDENTE
El presidente, Francisco Mejias, que no sé qué avales tiene para ser presidente de la plaza de toros “Las Palomas” (igual si lo sé, pero no es el momento. Al final hablaremos ), siguió dando un curso de lo que es no saber para qué lo han puesto en el palco con pañuelos de distinto colores al alcance de la mano.
Debió sacar el verde en el primero de la tarde aquejado de invalidez total, y la única justificación que se encuentra ante lo que es un atraco al bolsillo de los que habían pagado para ver seis toros es pensando mal: piensa mal y acertarás. Ante el clamor del público pidiendo el indulto de Pegajoso, sacó el pañuelo naranja, pero lo escondió tan rápido que confundió al público que siguió pidiendo el indulto y hasta a El Fandi que montó dos veces la espada cuando el toro estaba ya indultado. Después de Feria habrá que ocuparse de Francisco Mejías en su condición de presidente de Las Palomas en una temporada en la que es de esperar y desear que sea la última, que “méritos” sobrados ha hecho para ello.