TCAM-LALÍNEA/N.P.P.El cantante y compositor barcelonés Antonio Orozco presentaba anoche ante un numeroso público su espectáculo llamado “Diez”, celebrando así la década que lleva en los escenarios. Con ese mismo nombre editó hace pocos meses el que es su sexto trabajo de estudio en el que se incluyen diez éxitos de su trayectoria musical.Todo el público asistente, y la prensa a duras penas dada la nueva costumbre de las productoras de echarnos tras la primera foto, tuvimos el placer de experimentar esas grandes sensaciones que la música hace sentir cuando la emite el instrumento vocal o material adecuado que deja sacar al artista eso que tiene dentro y que se llama Arte. Anoche, Antonio Orozco, lo desbordaba una vez más (recordemos su premio Ondas al Mejor Directo).No fue un derroche de voz, fue el pellizco de su timbre, fue ese manejo de tiempos y sonidos que unas veces dejaba al público boquiabierto pegado a la silla y otras levantaba a todo el Palacio de Congresos para bailar con él.Cantó con su banda grandes y nuevos éxitos, cantó sólo al piano una canción compuesta para su madre, “Devúelveme la vida” con chelo, piano y teclado, cantó a capella con y sin micro y “Pedacitos de ti” en medio del patio de butacas, cariñoso y cercano. Finalizaba el espectáculo después de dos horas sólo con su guitarra versionando a Triana con “Abre la puerta” y se despedía alabando al pueblo gaditano que lo aplaudía con esas palmas al compás que sólo se tocan por éste nuestro Sur. Impresionante .