Sin entrar en el fondo de la cuestión, sin electoralismo ni siglas políticas de por medio, dejando hablar a los números ya que las Matemáticas todavía no mienten, la guerra de cifras que se genera con ocasión de manifestaciones, concentraciones y otro de tipo de actos no es de recibo pero además es la constante. El último ejemplo lo tenemos con relación a la manifestación del pasado 11M, prólogo a la huelga general. Los sindicatos convocantes de la manifestación cifran en 500.000 los asistentes a la misma. Por su parte fuentes policiales dicen que asistieron “unos 30.000”. Hay por lo tanto 470.000 personas de diferencia en las valoraciones: ¿Qué con conclusiones saca?