La Policía Nacional ha concluido la investigación patrimonial del que fuera uno de los delincuentes más activos de la última década, Ángel Suárez, conocido como ‘Casper’, detenido en mayo del año pasado, con la incautación de 12 millones de euros en bienes y cuentas bancarias. El grupo desviaba esas cantidades de dinero a la inversión en negocios legítimos, entre ellos la compra de un negocio de hostelería en Marbella (Málaga).
Asimismo, ha detenido a seis de sus colaboradores, entre los que se encuentra su lugarteniente, en busca y captura desde entonces, y a nueve narcos que habían hecho negocios con el delincuente, en ocasiones bajo amenazas y torturas, lo que eleva a 50 el número de arrestados desde que se iniciara en 2009 la investigación contra ‘Casper’ y su grupo criminal.
Seis de los traficantes arrestados ahora, pertenecientes a dos estructuras criminales distintas, fueron secuestrados y torturados por el grupo de Cásper en Algeciras y en Lebrija (Sevilla). Según la Policía, sufrieron palizas, la rotura de la rodilla y de otros huesos y a uno de ellos le causaron dos agujeros en la espalda con un soplete. También les amenazaron con matar a sus hijos y mujeres si contaban algo de lo ocurrido. El secuestro de Lebrija llevó al grupo de Cásper hasta 211 kilos de cocaína.
En total, los agentes de Policía Nacional se han incautado de 38 inmuebles (unifamiliares, naves, pisos, locales, trasteros o garajes) en las provincias de Barcelona, Valencia, Málaga, Guadalajara y Madrid (11 en la localidad de Majadahonda), 167 vehículos de marcas como Ferrari, Porsche, BMW, Audi, Harley Davidson; y diversas cantidades de dinero que ha sido bloqueado en 194 posiciones bancarias.
Tras realizar un pormenorizado estudio económico sobre los bienes, finanzas y patrimonio del grupo de Cásper, los especialistas de la Policía Nacional han conseguido conectar el origen de esos bienes con la variada comisión de delitos a la que se dedicaba el grupo organizado, como la pertenencia a organización criminal, extorsiones, secuestro, lesiones, amenazas, torturas, robo con violencia, usurpación de funciones públicas y robo/hurto de uso de vehículo.
Los agentes han determinado que, en muchas ocasiones, el principal destino de los ilícitos ingresos era un elevado consumo, el mantenimiento de un muy alto nivel de vida y la compra de bienes suntuarios o de gran valor.
Sin embargo, también han detectado que cuando el volumen de su negocio criminal aumentaba, el grupo desviaba esas cantidades de dinero a la inversión en negocios legítimos, en particular la hostelería, comunicaciones e ingeniería y aplicación de nuevas tecnologías, sectores suponían a la vez una oportunidad de obtener rentabilidad e influencia.
Entre las principales operaciones, la organización compró un hotel en Santa Pola y un negocio de hostelería en Marbella, invirtió en un proyecto de construcción en Camerún y otro de producción de biodiésel en Ucrania e importación del mismo.
Como vías de blanqueo alternativas y a través de sociedades instrumentales, Cásper también prestaba efectivo a un alto interés, cancelaba anticipadamente hipotecas y adquiría vehículos de gama alta y de lujo mediante el uso de testaferros.
Por otra parte, la Policía Nacional también ha detenido a seis de los colaboradores de “Cásper” que no pudieron ser arrestados en la operación contra el delincuente en mayo, entre los que se encuentra su lugarteniente, conocido como “Sapo”, “Napo” o “Cris”, en busca y captura desde entonces, y a nueve narcos a los que secuestró para conseguir un cargamento de 211 kilos de cocaína en 2010.
El que era considerado como su número ha sido localizado en control rutinario por un coche patrulla de Elda-Petrer (Alicante), al que llegó con un coche de lujo y que intentó evitar identificándose como agente del CNI con una placa falsa y aludiendo que se encontraba en una importante operación.
Los agentes desconfiaron y al comprobar su verdadera identidad descubrieron que se trataba de “Sapo”, el lugarteniente de una importante organización criminal. Sapo portaba consigo sendas placas falsas del CNI y de INTERPOL.
Desde que la Policía Nacional detuvo a Cásper en mayo del año pasado, varios juzgados habían activado órdenes de detención para arrestar a su lugarteniente. Junto a este alias utilizaba otros como “Napo” o “Cris”, este último tomado del protagonista de una conocida película de acción protagonizada por un grupo de ladrones y asaltantes de bancos.
Junto a Cásper cayeron otras 21 personas a sus órdenes que se dedicaban a robar grandes alijos de droga a otros narcotraficantes. Después de estos arrestos las pesquisas continuaron para localizar y detener a los objetivos del grupo de Cásper, importantes “narcos” víctimas del mafioso, que finalmente han sido arrestados.