En una respuesta en el Congreso al diputado del PP José Ignacio Landaluce se recoge que los trabajos que se realizaron en el centro estuvieron fundamentalmente dirigidos a incorporar chapa perforada y levantar “muros más altos en los inodoros”.En el Informe Anual correspondiente a 2008, la institución que dirige Enrique Múgica denunció que el centro de Algeciras tenía unas instalaciones que no eran “adecuadas para una estancia digna de los extranjeros” ya que su pasado como prisión provincial le imprimía un “marcado carácter carcelario”.Concretamente, el Defensor criticó que se mantuvieran las rejas de las antiguas celdas, convertidas en dormitorios, donde se alberga a un elevado número de internos, en ocasiones superior a ocho, y lamentó la falta de intimidad que sufren los internos ya que en tres de los cinco módulos aún no se han tabicado los inodoros, “lo que impide preservar la intimidad y dificulta notoriamente la convivencia”. Así las cosas, recomendaba a la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil realizar las mejoras que, sin merma de la seguridad del establecimiento, facilitase la vida de los internos y permitiesen reducir su actual apariencia