DAVID FANDILA MARÍN, EL FANDI
Nacido en Granada, el 13 de junio de 1981Debut con caballos: en Santa Fe (Granada), el 19 de abril de 1998, con Juan Contreras y Juan Torres, y novillos de Manuel Vidrié (4 orejas).Debut en Las Ventas: en la tarde del 30 de abril de 1999 (oreja). Alternativa: en Granada, en la tarde del 18 de junio del 2000.Confirmación en Las Ventas: en la tarde del 17 de mayo de 2002. Corta oreja en su segundo. Confirmación en La Monumental de México: Lidia toros en México, en la tarde del 1 de diciembre de 2002.
David Fandila Marín nació en Granada el 13 de junio de 1981 rodeado de muchas incertidumbres, producto de un embarazo con muchas complicaciones que llegaron a comprometer seriamente la vida de Trinidad, una joven madre, valiente a carta cabal, que no dudó en hacer oídos sordos a algunas recomendaciones y se puso por montera el instinto maternal para llevar hasta sus últimas consecuencias el alumbramiento de un nuevo ser. El parto, difícil, no se correspondió, afortunadamente, con los nada claros augurios del historial clínico y tanto la madre como el recién nacido supieron librar y ganar la más importante de las batallas, la de la vida. Trini, que ya tenía un varón de su matrimonio con Juan Fandila, miembro de una dinastía de toreros y por entonces banderillero en ejercicio, soñaba con tener una hija para completar la pareja, pero recibió gozosa la noticia de ese nuevo hijo tan deseado. Un hijo que tuvo en brazos a poco de nacer y que, gracias a este contacto, no terminó en el seno de una familia que no era la suya. El bebé de los Fandila, por el error de una enfermera, terminó en el lecho de otra parturienta y la hija de ésta en el nido de la habitación de Trini, que detectó a tiempo el equívoco y pudo recuperar al vástago que tantas inquietudes le había hecho pasar a lo largo de nueve meses.
ENTRE DAVID Y GOLIATFue como una lucha entre David y Goliat y por eso le pusimos de nombre David, reconoce la madre. David Fandila Marín, un chaval que con corta edad abandonó su casa albaicinera para trasladarse a Sierra Nevada, donde sus padres encontraron un trabajo estable. En la estación invernal granadina, David cambió el blanco de la cal, tan característico de las viviendas del bellísimo Albaicín, por el blanco níveo de las pistas penibéticas. David y Juan Álvaro, su hermano, llevaban en su sangre el toreo, pero ambos sucumbieron a los encantos del esquí, que practicaban con una enorme destreza y en varias modalidades. Especialistas en esquí acrobático y en alpino, los dos fueron reclamados para formar parte del equipo de promesas de la Federación Española de Esquí, etapa que en el caso de David se saldó con algún título nacional en categoría juvenil. LARGAS CAMBIADAS CON CUATRO AÑOS DE EDADPero antes de que las pistas de Sierra Nevada fueran escenario de las gestas deportivas de los hermanos Fandila, la plaza de Pradollano, en plena estación, vivió algunas faenas taurinas del niño David, que con cuatro años era capaz de dar largas cambiadas y de dibujar verónicas y naturales a toros imaginarios a poco que tuviera en sus manos algo que, trapo o papel, pudiera utilizarse como capote o muleta. David sorprendía ya entonces por su capacidad para asimilar suertes y para ejecutar lances. Y sorprendía aún más, sobre todo a su madre, cuando en su propia casa se dedicaba en cuerpo y alma a escenificar en solitario corridas enteras, algo que no hubiera pasado de ser un mero e inocente juego de no ser porque en los tercios de banderillas utilizaba los tenedores a modo de garapullos y solía clavar siempre en cojines y almohadas con asombrosa precisión y desmedido entusiasmo. PUDO MAS EL TORO QUE LA NIEVEDavid alternó ambas actividades durante algún tiempo y lo mismo hacía alardes acrobáticos sobre las dos tablas o abría pista en pruebas del Mundial Alpino de Esquí de 1996, que se dejaba ver en algunas plazas de tientas tratando de hacerle al toro de verdad todo aquello que solía hacer de salón e, incluso, vistiéndose de luces para cumplir sus primeros compromisos. El Fandi’ aparece por primera vez en los carteles en una becerrada celebrada en la localidad granadina de Armilla el 30 de septiembre de 1995 y tras dejarse ver en numerosas novilladas sin picadores hace su debut con caballos en Santa Fe (Granada) el 19 de abril de 1998, en un festejo en el que se lidiaron novillos de Manuel Vidrié y en el que alternó con Juan Contreras y Juan Torres.Cuando finaliza la campaña de 1999, a la que pone broche con una exitosa encerrona en la Monumental de Frascuelo a mediados de octubre, se produce en la vida del torero un hecho de singular importancia para su carrera artística. Emilio Miranda Casas, empresario de reconocido prestigio y gestor, entre otras, de la plaza de Granada, y su socio Santiago López, matador de toros retirado y apoderado de toreros, con gran experiencia y bien ganada reputación, hacen una clara apuesta por El Fandi’, que sustancia en bruto todos los valores que Emilio Miranda estima fundamentales para poder hacer de él una gran figura del toreo y convertirlo en el diestro con el que sueña Granada desde hace mucho tiempo. La gran ilusión del empresario ha sido siempre llevar hasta lo más alto a un torero de la tierra y, aunque el trabajo que queda por delante es duro y son muchas las interrogantes que se plantean sobre la personalidad artística del poderdante, Emilio Miranda y Santiago López hacen una perfecta planificación de la temporada 2000 y de las siguientes para que la evolución del torero se desarrolle sin precipitaciones y asuma en cada momento los retos más convenientes y necesarios. OBJETIVO CLARO EN EL 2000: LA ALTERNATIVALa campaña de 2000 se inicia con un objetivo claro: la alternativa de David en la Feria del Corpus. El invierno ha sido duro para el torero y Santiago López. Mucho trabajo en el campo, mucho vídeo, mucho toreo de salón y, sobre todo, mucho diálogo. El Fandi’ ha cincelado su personalidad a golpe de experiencias y de una forma un tanto autodidacta. Es parte de su atractivo como torero, pero la evolución pasa por definir su técnica, por refinar sus formas y por potenciar sus muchos valores, todo ello sin prisas, pero sin pausas. David Fandila es un portento con las banderillas y un certero estoqueador, pero está capacitado para ofrecer también una gran dimensión con capote y muleta. Santiago López, fiel a su filosofía, sabe que lo que se hace una vez puede repetirse muchas veces y que con la suma de muchas acciones salpicadas de su torero se puede montar la faena soñada. Es cuestión de paciencia y, sobre todo, de insistir en lo bueno y desterrar poco a poco lo que no aporta nada. DESPEDIDO DE NOVILLERODavid se despide como novillero el 11 de junio de 2000 en la localidad murciana de Cieza y, aunque ya tiene asegurado el triunfo por una actuación redonda ante su primer oponente, sale a jugársela también con el otro. Quiere saldar su actuación con un éxito a lo grande y en plena faena es empitonado de mala manera y zarandeado por el cornúpeta, que le ocasiona una muy grave lesión en el codo, con luxación del codo derecho y fractura del borde superior del cúbito, pronóstico que se ve ratificado en los exámenes y ecografías que le realiza el doctor José Sánchez Ortiz en Granada. El torero, que está a una semana de su doctorado, anunciado para el día 18 en el segundo festejo del ciclo ferial de Granada, con toros de Hermanos García Jiménez y José María Manzanares de padrino y Julián López El Juli’ de testigo, está por prescripción inhabilitado para poder torear al menos en cuarenta días, tiempo mínimo necesario para recuperar el maltrecho codo, pero David está decidido a acceder al máximo escalafón en la fecha prevista y anuncia que, aunque manco, hará el paseíllo. La corrida se va a televisar en directo por Canal Plus, los granadinos comparten el sueño con su torero y éste no quiere defraudarlos. El Fandi’ se pone en manos de varios doctores amigos especialistas en medicina deportiva del Centro de Alto Rendimiento y entrena con un artilugio diseñado para mantener ese codo con una mínima movilidad. El dolor es intensísimo y el riesgo mayúsculo, pero decide afrontar la aventura a pesar de la oposición, perfectamente razonada, del propio doctor Sánchez Ortiz, cirujano-jefe de la Plaza de Toros de Granada, y de varios traumatólogos que han analizado por separado todas las pruebas realizadas al torero.UNA GESTA EPICALa gesta promete ser épica. Y lo es ciertamente. El Fandi’ sale infiltrado y confía la escasa movilidad de su brazo derecho a la eficacia de ese artilugio colocado para la ocasión, que aguanta lo justo para que David reciba al toro de la alternativa, lo lancee con lucimiento y lo banderillee de forma espectacular. Después, tras recibir los trastos de manos de Manzanares y consumar su doctorado, El Fandi’ tiene que confiar toda su suerte a la mano izquierda porque con la otra no puede ni mantener la muleta. Impresionante la demostración del granadino, que sorprende a todos por la hondura de su toreo, por su asombroso pundonor y por una demostración de raza rayana en la heroicidad. La hora de matar es otro reto con lo imposible. Tiene que colocarse el aparato para poder sostener la espada con el brazo lesionado y cobra una certera estocada tras pinchazo previo. Pasea una oreja muy cara del toro de la alternativa, de nombre Elegante’, y pasa a la enfermería para que atiendan de nuevo su maltrecho codo y le recoloquen el aparato ideado por los doctores del CAR.
NIÑO TU ESTAS LOCOSu segunda actuación esa tarde discurre por los mismos derroteros, pero con una dificultad añadida para el torero, que ya no se siente el brazo derecho y tiene que improvisar sobre la marcha suertes nuevas con la izquierda, tanto con el capote como con la muleta, entre el asombro general. Cuando termina esa segunda faena y se retira al callejón tras pasear en triunfo la segunda oreja que le abría la Puerta Grande de su Plaza de Granada, José María Manzanares le dice al granadino: Niño, tú estás loco. Hermosa locura la de esa tarde, elogiada también por un sorprendido Juli’ que comparte salida a hombros con el toricantano en una tarde memorable por su intensidad y por el gesto convertido en gesta de un joven que ese día ya demostró que estaba dispuesto a todo por convertirse en figura del toreo. La feria del Corpus un primer y gran aldabonazo de ese nuevo Fandi’ que empezaba a sorprender a todos los públicos por sus excepcionales condiciones de banderillero y su prodigioso violín’, pero también por la frescura y variedad de su toreo con el capote, por los apuntes de toreo largo y hondo con la muleta y por la rotundidad de su estoque. Las tres actuaciones en el ciclo ferial granadino, saldadas todas con Puerta Grande, y otras muchas actuaciones estelares en plazas de segunda, situaron a David Fandila en situación de privilegio para encarar 2002, un año clave en los planteamientos de Emilio Miranda y Santiago López y diseñado como el de la definitiva consagración del torero si, como se esperaba y estaba ocurriendo, el desarrollo técnico y artístico de El Fandi’ seguía una línea ascendente. La merma física con la que tuvo que afrontar casi toda la temporada por una lesión en la rodilla ni siquiera se notó en el balance de este 2001, en el que sumó 39 corridas de toros en la campaña española y logró el mejor promedio de trofeos cortados por corridas toreadas de todo el escalafón, con una regularidad en el triunfo ciertamente sorprendente. SU LADO MAS SOLIDARIOAl margen de su carrera profesional David Fandila El Fandi se ha significado igualmente por su solidaridad y su participación activa en campañas benéficas y sociales. Entre estas últimas tienen un protagonismo destacado las cinco ediciones del Partido de la Ilusión, organizadas por el diestro granadino, los días 2 de enero de 2005, 2006, 2007, 2008 y 2009 para recoger juguetes para los niños más necesitados. En 2005, Cruz Roja Española recogió 3.700 juguetes, en 2006, 4.200, en 2007, 4.953, en 2008, 3.817, y en 2009, 3.705 juguetes. David Fandila El Fandi es parte integrante de los calendarios solidarios de Cruz Roja Española y de la Asociación Síndrome de Down y ha participado en la campaña del Ayuntamiento de Granada a favor de la conciliación de la vida familiar y laboral del Instituto Municipal de Formación y Empleo. El Fandi es también uno de los organizadores, junto a Enrique Ponce, del festival que organiza todos los años la Asociación Síndrome de Down en la Plaza de toros de Granada para recaudar fondos para sus múltiples necesidades. Otra de sus citas importantes es la localidad granadina de Huéscar, donde es alma máter del festival a beneficio de ASPADISSE (Asociación de Disminuidos físicos, psíquicos y sensoriales de la comarca).