Durante su intervención señaló que hasta el momento, se han podido identificar 688 construcciones llevadas a cabo entre 1939 y 1945, desde Guadiaro hasta Conill, de las que sobreviven en la actualidad un 38 por ciento de las mismas.Tras enmarcar la cuestión en su contexto, primero las fortificaciones militares de todo tipo a lo largo de la historia y su nivel de protección desde 1900, se refirió luego a las motivaciones que originaron la orden apresurada de construcción y luego el plan más datallado de despliegue de este tipo de construcciones en el marco de la Segunda Guerra Mundial.Del total de 688 identificadas, Sáez señaló que 101 estaban localizadas en el término municipal de Algeciras, donde se conserva el 53 por ciento. En La Línea, sin embaqrgo, solamente se conserva un 20 por ciento, mientras en Tarifa se da la cifra más alta de conservación, con un 62 por ciento.Para Ángel Sáez, estos elementos constructivos de índole militar, relativamente modernos, de hormigón, que enseguida perdieron su utilidad miliutar y que en la inmensa mayoría de los casos se encuentran abandonados y en muy malas condiciones de conservación, merecen protección por su valor histórico. Además, pueden servir como itos para rutas, plataformas de observación, puntos de reunión, refugio, alojamiernto rural en algunos casos o lugares expositivos, como ya se utilizan en La Línea.En un momento determinado, Sáez puso el ejemplo de las torres vigía existentes en el arco de la Bahía a finales del siglo XIX y las que sobreviven ahora, constatando que de casi la veintena entonces existentes hoy solamente restan en pie cinco, y dos de ellas en ruinas. Hoy nadie pone en duda el valor histórico de estas torres. Pero hace solamente un siglo no estaba tan claro y de ahí su desaparición. Lo mismo puede pasar con los fortines o nidos aún hoy existentes en toda la Comarca, señalando además que pueden llegar a convertirse en elementos identificativos de nuestra Comarca, con carácter positivo.