La ciudad de Algeciras se ha volcado este jueves en respuesta a la convocatoria de una concentración de recuerdo por el aniversario del asesinato del sacristán de la iglesia de La Palma, Diego Valencia, a manos de un joven marroquí que había atacado dos iglesias de la ciudad.
Varios minutos de silencio han hecho brotar emociones contenidas por la rabia, la tristeza y el recuerdo emocionado de Diego Valencia, en un acto al que han acudido representantes institucionales, que han arropado a los familiares.
Al término de los minutos de silencio, Ana Beatriz Valencia, la hija del sacristán asesinado, se ha dirigido emocionada a los medios y ha dicho: “Este año ha sido muy duro, pero seguimos adelante, confiando en la justicia”.
“Diego era una persona que se desvivía por los demás. Era un hombre de paz, como de paz es Algeciras y de paz debemos sentirnos todo”, ha afirmado el alcalde, José Ignacio Landaluce, quien ha añadido: “Queremos, por supuesto, que la ley caiga sobre el culpable, que no se quede sin su castigo, porque nos ha robado a una maravillosa persona y ha agravado la enfermedad hasta su muerte de otra gran persona“.
Se refería el alcalde a Antonio Rodríguez, el párroco de la iglesia de San Isidro, que había sido atacado también cuando terminaba de oficiar misa y quedó gravemente herido. El párroco, que sobrevivió al ataque, falleció finalmente en octubre víctima de una enfermedad.
A la hora exacta a la que sufrió el ataque, la casa salesiana de Algeciras ha querido también rendir un emocionado recuerdo al padre Antonio, descubriendo una placa en su memoria a la puerta de la iglesia.