En total, el proyecto supone un presupuesto de 369.295,86 euros y se trata de reforzar los firmes en un buen número de vías en distintas barriadas de la ciudad.
El responsable de la delegación, Gabriel Orihuela, explicó que con ello se arreglará el pavimento de aglomerado que ya se encuentra envejecido en numeroso zonas de la ciudad. “Es lo que se llama piel de cocodrilo. El pavimento se reblandece y aparecen los boquetes. Se cuartea, se cristaliza, y con la presión del tráfico, se parte en grandes trozos, y así va penetrando el agua, que reblandece el subsuelo. Luego se parte en trozos más pequeños y salta. Se trata de anticiparnos al gran problema”, explicó el delegado municipal en declaraciones a Europa Sur.
Orihuela explicó que es una obra que tiene mucho rendimiento “porque evita un sinfín de problemas en el futuro”. Respecto a los trabajos en sí, el concejal explicó que consiste en el rebajeo, si es necesario, para luego colocar el riego asfáltico y posteriormente extender una capa de aglomerado asfáltico de entre cinco y seis centímetros. “Eso evitará problemas durante muchos años”, insistió.
Estos trabajos permitirán la contratación de una media de quince personas, entre las que se encuentren a pie de obra y los de la planta donde se elabora en aglomerado. Las obras tienen un plazo de ejecución de unos dos meses, estando previsto el comienzo de las obras cuando la climatología lo permita. De hecho, la lluvia de estos días ha impedido el comienzo de los trabajos.
En total, serán 55.200 metros cuadrados los que se verán afectados, reparando algunas calles en su totalidad aunque en otras las obras se realizarán parcialmente.
Se repararán vías en la barriada de La Granja (en la Avenida Vistamar y en Benito Daza) para continuar por el Cobre (Padre Jorge), en la urbanización Los Arcos, en La Juliana (calles Pastora y Camarón de la Isla), en San García (Trucha, Delfín, Pargo, Brújula y Venus) y para concluir en la zona de la Cuesta del Rayo (en la calle Maestro Millán Picazo y Jacinto Benavente, entre otras).