IAM/Redacción Huelguistas de hambre de Algesa en reivindicación de sus derechos laborales, después de doce días de huelga de hambre, por prescripción médica (al séptimo día, ya se estaba afectando importantes órganos, como los riñones, y se iniciaba un proceso de deterioro progresivo), han decidido voluntariamente pasar a una situación nueva en su lucha antes de llegar a un estado crítico de alguno de sus miembros. (Foto huelga de hambre).
Cinco seguirán en la huelga de hambre, y los demás continuarán concentrados.A partir de hoy viernes seguirán concentrados y encerrados en la Iglesia de la Palma, hasta que Algesa (empresa municipal) y Ayuntamiento de Algeciras reconozcan sus derechos laborales, ya reconocidos en sentencia judicial, no recurrida, del Juzgado de lo Social de Algeciras. Además de sentirse avalados por el apoyo de miles de algecireños con su presencia a lo largo de esta semana y también por las miles de firmas (más de 6.000) recogidas ya en su apoyo.El ayuno como decía Gandhi, significa desobediencia civil contra los abusos del poder en su modo más puro: satyagraha o el poder de la verdad. Sufrimiento y sacrificio, son palabras fundamentales en la narrativa del ayuno, como estamos viendo esta semana que están sufriendo estos trabajadores de Algesa injustamente despedidos de su empresa por capricho de sus gestores y el silencio del comité y la falta de decisión del gobierno municipal y su alcalde, José Ignacio Landaluce.La lucha de estos trabajadores valientes (en Algesa el miedo es lo que impera) debe ser motivo de respeto y ejemplo para todos por su denuncia de las injusticias de esta empresa municipal y la reivindicación de sus derechos, pero sobre todo por plantarles cara con una huelga de hambre a los poderosos (Ayuntamiento, Gestores de Algesa procesados y Comité de empresa corrupto), que están cometiendo violaciones de los derechos humanos y fraudes con los trabajadores.Resulta especialmente inquietante que el Ayuntamiento no se haya tomado seriamente su responsabilidad en esta empresa municipal y que no tenga autoridad para tomar decisiones que nos afectan a todos los algecireños. Si lo hubieran hecho, desde hace tiempo nada de esto hubiera pasado. Somos la vergüenza de la prensa y la radio nacional y no por las drogas, sino por el enchufismo.