Los jóvenes de Algeciras están creando una nueva tradición. El botellón en domingo rociero desde bien temprano, a plena luz del día, en la escalinata de la plaza de toros se ha convertido casi en una cita ineludible para los jóvenes algecireños en uno de los días más importantes que hacen su particular estreno de feria de esta forma. Ayer no faltaron a la cita los cientos de personas que se congregaron a las afueras del coso cargados con los avíos para una tarde de juerga desde antes del mediodía.
El calor parece que no espantó a muchos y conforme iba refrescando la tarde más gente se iba sumando a este nuevo evento anual. El levante también puso algo de su parte, que hizo que al menos a la sombra se pudiera estar bien. La diversión estaba asegurada.
Afortunadamente no se registraron incidencias de importancia, y la jornada transcurrió con normalidad. En los próximos días de feria la escalinata volverá a convertirse en “botellódromo” improvisado por las noches, pero el único día que se empieza desde bien temprano es el domingo rociero, preludio siempre del resto de jornadas lúdicas y que abre el apetito de fiesta.