Desde la FeSP UGT se preguntan si “es porque el jefe de esta unidad nos tiene especial inquina o porque la administración sanitaria lo compensa con suculentas cantidades de productividad”.
UGT menciona una de los últimas altas que se han generado desde la UVMI, el alta médica de una trabajadora de jardinería embarazada, incluso con desprendimiento de placenta, que según indica su médico necesita reposo absoluto por ser un embarazo con riesgo de aborto. De hecho, su médico ha tramitado su baja hasta en dos ocasiones, dado el riesgo que supone para la vida de la madre y de su hijo. A esta trabajadora, la única opción que le queda es callarse, apretar la mandíbula y llorar en privado; con la esperanza de que no ocurra nada.
“Si algo tiene claro la UGT es que removeremos cielo y tierra como alguna desgracia ocurra. Por supuesto acudiremos a la justicia para que los culpables paguen las consecuencias”, asegura.
La FeSP UGT le pide a la inspección Médica que rectifique su decisión en este caso y proteja a la madre y a la vida de su niño.