No obstante, el edil especifica que el equino tenía un propietario, quien a su vez debería contar con un seguro agrícola que cubriese la retirada.Desde la delegación se recalca que en numerosas ocasiones, el Consistorio se encuentra con el problema de que los animales carecen de datos identificativos, bien por no tener puesto el microchip o porque sus dueños se los han cortado para evitar que sean localizados, de modo que el Ayuntamiento corre con todos los gastos en materia de seguridad y salud pública. De esta forma, el primer paso que se da cuando aparece un animal abandonado, vivo o muerto, es intentar encontrar al propietario para que asuma su responsabilidad.
Martínez Fírvida hace un llamamiento a la ciudadanía para que colabore en la medida de lo posible e informe de todo aquello que pueda aportar datos sobre los propietarios, y así dejemos de ser todos los demás quienes paguemos el capricho y la irresponsabilidad de unos pocos.