La memoria del Grupo de Atestados de la Jefatura recoge que en ese periodo, del total de acciones instruidas, 442 registraron solo daños materiales, 223 contabilizaron heridos leves, doce lo fueron con heridos graves y hubo que lamentar el fallecimiento de una persona.
Otro de los apartados que se recoge en el informe es el de las pruebas de alcoholemia realizadas por este grupo, con 1.748 encuestas realizadas, de las que 1.477 fueron efectuadas en controles, 83 por accidentes de tráfico y 188 por otros requerimientos.
De este total, 1.584 de las pruebas arrojaron resultado negativo, mientras que 79 de ellas conllevaron diligencias judiciales al ser considerada delito la tasa de alcohol registrada.
En lo que respecta a las pruebas de drogas al volante, el año pasado fueron realizados 78 de estos tests, de los que 54 fueron positivos.
Por otra parte, el Grupo de Atestados realizó 2.928 encuestas a vehículos en materia de controles de velocidad, siendo negativas 2.915 de esas mediciones, mientras que hubo 127 actuaciones por conductores que presentaban irregularidades en el carné de conducir, o que directamente carecían de permiso.
Cabe destacar que en 2019 sólo se produjeron cuatro actuaciones por conducción temeraria, o como dato curioso que fueron abiertos cinco atestados por otros tantos casos de mordedura de perros.
Muñoz Madrid ha explicado que en lo que se refiere a los controles, todos ellos tienen un carácter eminente preventivo “puesto que lo que se busca es evitar que determinadas acciones al volante conlleven un riesgo para la seguridad vial, y porque además, los datos negativos son mucho menores que los positivos, por lo que queda demostrado que se está muy lejos de la consideración de que estas acciones policiales tienen únicamente un objetivo recaudatorio”.
