La operación comenzó el pasado mes de marzo, cuando la Guardia Civil detectó una embarcación no identificada navegando frente a las costas de Manilva. Tras establecer un dopositivo para su intervención, los agentes intervinieron en dicha embarcación cinco fardos de hachis con aproximadamente 150 kilos, un todoterreno y se logró detener a 21 personas.
Posteriormente, la Guardia Civil intervino a raíz de este operativo en Estepona 42 fardos de hachís con 1.260 kilogramos, seis vehículos y tres detenidos; y en Barbate 55 fardos de hachís con 1.650 kilogramos, tres vehículos y numerosos dispositivos electrónicos y siete detenidos.
Una vez que los investigadores lograron identificar a todos los miembros de la organización, fueron detenidos otros cinco componentes de la banda, quedando esta completamente desarticulada.
Esta organización estaba altamente especializada y jerarquizada, manteniendo el jefe de este grupo criminal a un lugarteniente en cada provincia donde operaban. Los componentes de esta organización tomaban numerosas medidas de seguridad, restringiendo el uso de comunicaciones privadas, utilizando vehículos lanzadera para los desplazamientos, vehículos como señuelo para interponerse entre los vehículos policiales y otros vehículos para el traslado específico del hachís en todoterrenos cargados en los que llevaan instalado un dispositivo para proyectar polvo contraincendios a los vehículos policiales en caso de huida.