Diego Puerta (Diego Valor ) matador de toros, que había cumplido 70 años el pasado 28 de mayo, ha fallecido en Sevilla, su ciudad natal, en su domicilio de la Urbanización Las Canteras por un fallo multiorgánico a consecuencia de la diabetes que padecía, que le había producido una grave insuficiencia cardiaca y renal. Por la tarde, sus restos han sido trasladados al Ayuntamiento, donde quedó instalada la capilla ardiente hasta que se proceda a su entierro en el cementerio de San Fernando.Ha muerto uno de los referentes del toreo del siglo XX. Se ha ido un depositario del valor, de la entrega, la gracia y la torería. Ha desaparecido una grandísima figura del toreo que, en 16 años de alternativa, triunfó en todas las ferias, estuvo a la altura de los mejores y se ganó el reconocimiento general gracias a un valor heroico que adornaba con un toreo pleno de gracia y ambición. Quizá, Diego Puerta no ha gozado del reconocimiento posterior que merecía; se retiró de los ruedos siendo aún muy joven, a los 33 años, y cuando disfrutaba de la gloria taurina. Aún se recuerda en Sevilla aquel 12 de octubre de 1974, cuando Puerta se despidió en un man o a mano con su compadre Paco Camino. Se fue y no volvió. Se encerró en el campo, se hizo ganadero de fama y agricultor, y descansó su cuerpo de las 58 cornadas que lo recorrían de los pies a la cabeza, que venían a ser como el certificado de calidad del gran torero que residía en sus carnes. Diego Puerta Diánez había nacido en 1941, en el sevillano barrio del Cerro del Águila, muy cerca del matadero, donde aprendió las primeras lecciones toreras; tras una exitosa campaña como novillero, tomó la alternativa en la Maestranza el 28 de septiembre de 1958, apadrinado por Luis Miguel Dominguín y con Gregorio Sánchez como testigo. Y ahí inició una carrera plagada de obstáculos, con las corridas duras como primer plato, las graves cornadas, después, y con el arrojo, la entereza y la torería como armas principales para alzarse con el triunfo entre tantas dificultades.