Según ha informado la Policía Nacional en un comunicado, la detenida, a sabiendas y faltando a la verdad, denunció que el pasado día 6 de agosto, mientras mantenía una conversación telefónica con una persona a través de su teléfono móvil, se le acercó un individuo al que incluso llegó a describir físicamente, el cual le solicitó para que le ubicara un centro comercial cercano.
Con la intención de colaborar y al indicarle la ubicación del mismo, el referido individuo le arrebató el terminal telefónico de un fuerte tirón, causándole lesiones en su muñeca. Como opuso resistencia, la supuesta víctima llegó a forcejear con el mismo y fue golpeada brutalmente con una patada que le provocó caer al suelo y golpearse con el bordillo de la acera.
Como consta en la denuncia, tras ello se trasladó hasta un centro médico para ser asistida de esas presuntas lesiones, que jamás fueron provocadas por el hecho denunciado. Por tales extremos, y atendiendo a lo denunciado la propia víctima, fue nuevamente citada en dependencias policiales. Una vez explicado el motivo del nuevo requerimiento, confirmaba una vez más los hechos sucedidos, insistiendo en el robo violento del que fue víctima.
Iniciadas las gestiones tendentes con el objeto de esclarecer el delito denunciado, y atendiendo a que este pudiera ser falso, ya que lo denunciado era un teléfono de gama alta y del que su propietaria decía no tener pagado y contando seguro de robo, se descubrió que efectivamente los hechos no habían sucedido como así denunció.
Por todo ello, se contactó con la denunciante nuevamente y tras ser oída de nuevo en declaración reconoció de forma libre y voluntaria que no eran ciertos los hechos denunciados, que mal asesorada y que como su propio seguro le argumentó que para poder hacer frente del mismo solo sería ante robos violentos, se inventó lo sucedido para hacer uso del mismo y así resarcir el daño que había sufrido.