Según ha explicado la Policía Nacional en una nota, la intervención se inició a finales del pasado mes de mayo cuando los agentes del Grupo de Atención al Ciudadano (radiopatrullas) localizaron unos garajes particulares situados en la calle Sorolla de la Línea.
Tras realizar las comprobaciones pertinentes, observaron cuatro vehículos que resultaban sospechosos de ser utilizados para el transporte de sustancia estupefaciente y que presumiblemente hubieran sido robados. Así, una vez realizadas las comprobaciones, verificaron que tres de los cuatro vehículos localizados se encontraban sustraídos.
Posteriormente, en una inspección más minuciosa, los agentes descubrieron que a los vehículos les habían quitado los sillones traseros para aumentar su capacidad de carga e iban provistos de matrículas falsas, localizando varias placas de matriculas falsas más.
Los policías además realizaron una requisa del garaje que permitió descubrir tres zulos que se encontraban ocultos, escondidos en falsas paredes. Dentro de los zulos se encontraron restos de sacos de arpillería de los utilizados para contener y empaquetar la droga procedente de los alijos.
Así pues, por todo ello, ante el hallazgo de los vehículos y los zulos, comprobaron que se encontraban en estado de poco uso o incluso abandonados por alguna organización criminal que paralizó sus actividades ante la presión policial a la que se viene practicando sobre la ciudad de la Línea y sus alrededores.
Por su parte, los vehículos fueron trasladados a dependencias policiales, para posteriores investigaciones realizadas por la Unidad de Drogas y Crimen Organizado.