Según ha informado la Policía Nacional en un comunicado, la investigación se inició el pasado mes de mayo cuando los investigadores detectaron la existencia de este punto negro de tráfico de drogas. En base a los datos recabados, se realizaron las gestiones pertinentes para descubrir la identidad de las personas implicadas en esta actividad delictiva, así como el establecimiento de los roles que desempeñan cada uno de los integrantes de este clan.
De esta forma, durante las vigilancias realizadas, se efectuaron las correspondientes actas de intervención de droga a los compradores que acudían a los puntos de venta detectados, tras haber adquirido sus dosis. Las actuaciones se llevaron de manera espaciada en el tiempo y de forma especialmente discreta.
Una vez obtenidas las evidencias claras de la venta de droga por parte de los investigados, se realizó un operativo para practicar tres registros domiciliarios en los que se procedió a la detención de ocho personas.
En los registros, los agentes han intervenido 688 euros en metálico, 53,6 gramos de marihuana, 38,4 gramos de hachís, tres espadas catanas, una pistola de fogueo, así como munición para la misma y diversos instrumentos para realizar dosis y pesaje de la droga, además del decomiso de un vehículo turismo.