Presuntamente corrompían a los encargados de los salones para llegar a obtener premios de hasta 40.000 euros. Vulneraban la seguridad del software de las ruletas para modificar la secuencia de los premios y, de este modo, creaban un fallo en el funcionamiento.
Una vez que el responsable de sala accedía al software de la ruleta, certificaba que se había generado un error y autorizaba su cobro. Además, realizaban «campañas» en función de las máquinas que tenían bajo su control en las casas de apuestas de más de una docena de localidades de Alicante, Cádiz, Canarias, Madrid y Málaga.
En esta operación han sido arrestadas once personas y se han efectuado cinco registros en Madrid y Málaga, donde se han recuperado cinco tarjetas clonadas o sustraídas a empleados que permitían el acceso del grupo delincuencial al programa informático de las máquinas de juego.
Un grupo organizado
La operación comenzó en julio de 2019, cuando se tuvo la noticia de la comisión de varios hechos delictivos en el sector privado del juego, todos ellos con el mismo modus operandi. Con las primeras pesquisas, los agentes consiguieron ubicar la zona de actuación y comprobar que detrás de estos delitos se encontraba un grupo delincuencial organizado especializado en la manipulación de las ruletas de salones de juego.
Concretamente, modificaban la asignación de los premios para obtener de forma fraudulenta cuantiosos beneficios económicos en un corto periodo de tiempo.
Avanzada la investigación, los agentes descubrieron que la organización estaba actuando en diferentes localidades españolas, específicamente en municipios de Alicante, Cádiz, Canarias, Madrid y Málaga.
Una vez elegido el objetivo a estafar, para conseguir la manipulación de la ruleta realizaban un claro reparto de papeles entre sus miembros. Además, contaban con la connivencia de los empleados de los locales, con los que fijaban una recompensa a cambio de su ayuda para conseguir manipular con discreción la ruleta de juego.
Modus operandi
En concreto, el modus operandi consistía en distraer a los responsables y clientes mientras uno de los miembros se encargaba de manipular la máquina y acceder al menú de administrador del software.
A la vez, varias personas, simulando ser jugadores independientes, realizaban varias apuestas en los distintos puestos de juego que dispone la ruleta a la espera de recibir instrucciones por parte del manipulador.
Una vez que el manipulador había modificado la secuencia de premios de la ruleta, los jugadores realizaban la apuesta al número o color que les indicaba. Posteriormente y tras realizar la apuesta, reclamaban al responsable de sala el premio de la apuesta que supuestamente no había podido cobrarse por fallo de la máquina.
Una vez que el responsable de sala accedía al software de la ruleta, certificaba que realmente se había generado un error de funcionamiento y, como consecuencia del mismo, no se habían asignado los premios, ante lo cual autorizaba el cobro de estos a los puestos de juego que habían realizado las apuestas ganadoras.
Con toda esta información se estableció un dispositivo que culminó con la detención de once personas y cinco registros en varios domicilios de Madrid y Málaga. Estas personas han sido arrestadas por su participación en 23 estafas, pertenencia a grupo criminal y daños.
En los registros se han recuperado varias tarjetas sustraídas a empleados y clonadas que permitían el acceso al software de las máquinas, 25.750 euros en metálico, útiles usados para forzar las ruletas como taladros, llaves y carracas y sistemas de grabación destinados el estudio de las secuencias de los premios.
Con la actividad delictiva que han desarrollado, en poco más de un año han conseguido apropiarse de más de 800.000 euros en salones de juego de varios puntos de España. La operación continúa abierta y los investigadores no descartan nuevas detenciones.